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Víctor Merino, del restaurante La Bodega, en El Sardinero, ayer, prepara las mesas para los comensales. María Gil Lastra
«Estamos expectantes, pero es difícil que el cliente adelante la cena. Va a ser duro»

«Estamos expectantes, pero es difícil que el cliente adelante la cena. Va a ser duro»

Los restaurantes ven la hora de cierre a las once de la noche y el toque de queda como «la puntilla», y algunos ya se plantean parar durante algún mes

Laura Fonquernie

Santander

Miércoles, 28 de octubre 2020, 07:05

«Las 22.00 horas es la franja horaria con más actividad de cenas». Quizá en algún establecimiento arranquen un poco antes, pero la horquilla no es mucho más amplia porque, en general, ese es el horario que los clientes reservan para la última ... comida del día. De modo que adelantar la hora de cierre a las once de la noche supone para los restaurantes «la peor medida», reconoce Víctor Merino, de La Bodega, en La Cañía. Con este panorama sobre la mesa, las expectativas no son buenas porque la gente «no va a venir a cenar a las ocho». A esta nueva medida que entró en vigor en la medianoche del sábado hay que sumar el toque de queda. Una combinación de restricciones que son «la puntilla» para el sector, resume Merino. Porque se suma a otras prohibiciones, como la de usar las barras.

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