Los expertos abogan por «acomodar» el uso de la mascarilla a la incidencia

Si bien cada persona puede hacer uso de la mascarilla donde y cuando quiera, el debate sobre quitar su obligatoriedad se pone sobre la mesa en un momento en el que la incidencia del covid, pero también de infecciones respiratorias como la gripe, empiezan a dibujar su curva ascendente. En ese sentido, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, propone «flexibilidad» para adecuar las medidas a la realidad de los datos que apuntan a un otoño de contagios. «En este momento en el que es probable que vaya a aumentar la incidencia, no tengo claro que haya que mantener la mascarilla porque desde el punto de vista inmunitario estamos protegidos por la inmunidad generada por las vacunas y la infección natural y no se supone que vamos a tener una enfermedad grave, salvo aquellas personas que están en una situación frágil, ahora bien, la infección se puede expandir si quitamos la mascarilla radicalmente», explica el inmunólogo. «La población ha aprendido y los políticos deberían haber aprendido a ser flexibles, y se puede limitar su uso cuando las cifras de contagio están controladas e implantarlo cuando las cifras estén disparadas».

No hay un sí o un no que valga, sino circunstancias que cambian en función de los datos (en la última semana, la incidencia de enfermedades respiratorias subió un 23% en Cantabria) y en lo aprendido durante los años de pandemia. En esta línea argumenta María Jesús Cabero, jefa de servicio de Pediatría de Valdecilla: «Las medidas preventivas se tienen que acomodar a la situación epidemiológica, y en este momento nos preocupa igual o más la incidencia de otras infecciones respiratorias, de otros virus que están dando lugar a muchos ingresos y consultas por 'reagudizaciones' de patologías», explica. En cuanto a las mascarillas, «si estamos en un entorno abierto, no hay inmunodeficiencia y no presentan síntomas, se puede ir relajando su uso un paso más, pero, como está aumentando la gripe, todas esas personas que tienen malestar o síntomas catarrales deberían utilizarla», recomienda.

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E. P.

De ese «sentido común» hablan desde el Colegio de Enfermería: «Hemos visto que la mascarilla nos ha protegido del covid, pero ahora además estamos viendo cómo aumentan otras infecciones respiratorias como la gripe o el virus sincitial», dice la enfermera Inmaculada Torrijos, que después de pasar la pandemia trabajando en Medicina Preventiva de Valdecilla, donde estuvo cuatro años, aboga por la «cautela». «Hemos comprobado que la mascarilla nos ha protegido muchísimo y que, al retirarla, ha aumentado la transmisión de estos virus. Además, en las personas más frágiles se puede complicar por las patologías que tienen de base, incluso ser mortal en personas mayores o inmunodeprimidas». Por eso, médicos y enfermeras coinciden en mantener esas precauciones, sobre todo en los perfiles de riesgo, de cara a la época del año con más virus en circulación.