Los expertos avisan de que Ozempic puede provocar un 'efecto rebote' en la obesidad

En ese sentido, alerta de que con el Ozempic «corremos el riesgo de que haya tentación para un uso estético». Sobre la popularidad del fármaco apunta que ha sido «exageradamente rápida», por lo que tiene «la sensación de que estas medicaciones para personas con diabetes han sido utilizadas fuera de su indicación». «El Ozempic es solo para tratar la diabetes tipo 2, para la obesidad hay otros tratamientos», advierte Vázquez, quien recuerda que este fármaco solo puede ser adquirido mediante receta médica y que «al principio se pierde peso, pero que la tendencia es aumentar paulatinamente de nuevo».

Por su parte, Tomás Vega, médico internista del Hospital Sierrallana (Torrelavega), explica que la base del Ozempic es semaglutida, una «molécula que sí que tiene indicación para los enfermos con obesidad». Sin embargo, matiza que este medicamento está «reservado para los diabéticos». «Para estos es un fármaco absolutamente testado, contrastado y que funciona perfectísimamente bien», señala Vega. Pero para tratar la obesidad hay «otras formas de semaglutida que sí que están aprobadas e indicadas». «Hay otros fármacos con semaglutida que ya están en el mercado, que son fabulosos y de una enorme utilidad para ayudar a cambiar la tendencia de la enfermedad», añade. Sobre el efecto de estos medicamentos, afirma que es «eficaz» mientras se esté consumiendo.

«Cuando termina el tratamiento hay unos mecanismos biológicos que hacen que la enfermedad vuelva a su punto de partida y haya reganancia de peso, porque es la tendencia natural de esta enfermedad», dice Vega. Igualmente, el médico internista insiste en que hay que «luchar contra el estigma» de la obesidad, ya que afecta en diferentes ámbitos como «el laboral, educativo, familiar y sanitario». Por ello, desde El Diario Montañés pone deberes a las administraciones públicas y les insta a «plantearse la necesidad de proveer la adecuada atención a las personas con obesidad» y poner en marcha un plan de salud destinado a «prevenir, diagnosticar y tratar» esta enfermedad.

El uso incorrecto del Ozempic provoca «mareos, náuseas, vómitos, diarreas, estreñimiento, inflamaciones sobre el páncreas y problemas de visión», según los expertos consultados. «Hay que ir subiendo poco a poco la dosis para que el organismo no tenga efectos secundarios muy graves y acostumbrar el cuerpo poco a poco», apunta Vázquez sobre esta medicación, en la que coincide con Vega al advertir sobre los riesgos de su «mala utilización».

De la moda de este fármaco dan buena cuenta las boticas. En comunidades como País Vasco, Murcia o Baleares admiten tener «problemas de desabastecimiento de Ozempic», por lo que los profesionales del sector «llaman a la calma». El tirón de este medicamento a la hora de abordar la obesidad ha disparado su consumo y demanda a nivel mundial, poniendo en riesgo el abastecimiento para quienes está indicado, que son los diabéticos tipo 2. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria (COF) apuntan que «sí que es verdad que hay un uso indebido», pero que, pese a ello, «se suele cubrir la demanda». «El año pasado se consiguieron reducir un 23% los problemas relacionados con el consumo irregular del medicamento», añaden estas mismas fuentes.

Y quienes han sufrido en ciertos momentos las consecuencias del boom del Ozempic son los pacientes con diabetes. El presidente de la Asociación Cántabra de Diabetes, Aureliano Ruiz, afirma que «sí que ha habido falta del fármaco, pero que parece que se va solucionando. Ha habido problemas en toda España, pero esto es algo temporal y esporádico».