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La ya ex subdirectora general de fondos europeos de la Consejería de Economía, María del Mar Ortiz, ha rebatido la versión del Gobierno de Cantabria y afirma que no fue ella la que presentó su dimisión, sino que fue cesada por el responsable del ... departamento, Luis Ángel Agüeros. Lo hizo solo un mes después de que la Justicia obligara al Ejecutivo autonómico a reponerla en el cargo. La sucesión de acontecimientos es un tanto curiosa: el Tribunal Supremo decidió el pasado enero anular el cese de Ortiz como subdirectora de Fondos Europeos en el año 2020 -cuando estaba el PSOE al frente de la Consejería de Economía- y ordenar al Gobierno de Cantabria, donde desempeñaba este puesto hasta su destitución, a que la repusieran en el cargo «con todos los derechos profesionales y económicos». La Sala de lo Contencioso Administrativo del Alto Tribunal dejó claro que no discutía que el cese de los altos cargos de confianza, al igual que su nombramiento, es discrecional y depende de la decisión del responsable político de turno. Eso sí, matizaba que el despido requiere que se motiven y justifiquen las razones que lo determinan. Algo que, según la Justicia, no se hizo en este caso el Ejecutivo autonómico.
El actual consejero de Economía y Fondos Europeos, Luis Ángel Agüeros (PP), que no estaba al tanto de este contencioso cuando llegó al Gobierno, recibió en su despacho el fallo del Supremo solo un día antes de que la noticia se publicara en este periódico. No le quedó más remedio que dar cumplimiento a la sentencia y devolver a Ortiz su puesto de subdirectora de Fondos Europeos, del que tomó posesión el 16 de abril de este año, aunque a todos los efectos -incluido los económicos- el plazo comenzó a contar en mayo de 2020 por orden del Supremo. Hubo damnificados porque ese puesto ya estaba cubierto. Así, Agüeros tuvo que cesar a la persona que él mismo había nombrado para llevar a cabo estas funciones, Vanesa Martínez. El Gobierno ha reconocido que Ortiz no ha llegado a ejercer porque «ha estado de baja» desde su nombramiento a mediados de abril hasta su -discutida- salida, un mes después.
La exsubdirectora también matiza otro de los asuntos que destacó el Ejecutivo en relación a su caso. No ha pedido volver al puesto de jefa de servicio de Igualdad en la Consejería de Inclusión porque, aunque trabajó ahí antes de ser subdirectora, el puesto no es de su propiedad.
En el Gobierno de Cantabria, al contrario de lo que ocurre con las direcciones generales, donde la elección de sus responsables es mucho más sencilla y directa, las subdirecciones generales se nombran mediante un sistema de provisión de puestos de trabajo mediante un proceso de concurrencia competitiva en base a los méritos siendo de libre designación. Por tanto, hay discrecionalidad, siempre motivada, pero no arbitrariedad. Ni en el nombramiento ni en el cese.
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