Carlos Armiñanzas Castillo

Médico de Enfermedades Infecciosas de Valdecilla

«No es tan fácil contagiarse de viruela del mono, pero hay que ser prudentes»

-¿Hasta qué punto hay que preocuparse por este nuevo brote de Monkeypox o viruela del mono?

-De momento, más que preocuparse, hay que ser prudentes. La Organización Mundial de la Salud ha declarado la emergencia sanitaria, lo que implica estar alerta y tener activadas las medidas para detectar posibles casos. Aunque en Europa no parece en este momento un problema muy grave, hay que tener prudencia en las actuaciones personales para evitar riesgos.

-¿Cree que se está generando una alarma excesiva?

-Un aviso no tiene por qué considerar una alarma. Se está dando un dato para que la población conozca cuál es la situación. Ahora mismo, puede estar tranquila, pero está bien que sepa que en otros lugares del mundo este virus está siendo un problema muy grave de salud, y que eso hace que nos puedan llegar casos que hay que controlar.

-La OMS ha lanzado el mensaje de tranquilidad: «El virus mpox no es la nueva covid». ¿La ventaja de este nuevo escenario es que no es tan fácil contagiarse?

-Eso es, en este caso requiere un contacto estrecho con la persona infectada. Está claro que los movimientos de población no implican una transmisión masiva, pero hay que insistir en la responsabilidad personal. Si alguien tiene unas lesiones dudosas en la piel, debe evitar los contactos estrechos y buscar una valoración sanitaria. Las medidas de prevención de enfermedades infecciosas son universales y, después de lo vivido con la pandemia de covid, se conocen bien.

-¿Qué perfiles de personas deberían tener especial cuidado?

-Se ha insistido en que cualquier persona que tenga contacto íntimo con otras, sobre todo si no se conocen. En la ola de contagios que empezó en 2022 la principal vía de transmisión fue sexual. Ahora hay que insistir en lo mismo, aunque también puede haber otras circunstancias que requieran guardar las precauciones, como son familiares cercanos o personal sanitario.

-Puede ocurrir que por miedo al estigma, una persona no se atreva a consultar sus lesiones. ¿Qué le diría en esa situación?

-Ahí está el límite entre el exceso de alarma y la precaución razonable. Si aparecen lesiones, sobre todo en el área genital, lo más probable es que no se trate de mpox, porque no es la única infección que produce lesiones y a día de hoy no es la más frecuente en nuestro medio. Pero en todo caso, la recomendación es no mantener relaciones sexuales de riesgo e intentar buscar el diagnóstico para tratarla cuanto antes.

-Las infecciones de transmisión sexual han aumentado de forma preocupante en los últimos años, ¿en qué medida ese contexto puede complicar el control de este nuevo brote de mpox?

-Está claro que el mayor descuido en la protección de las relaciones sexuales podría facilitar la propagación, pero insisto, más que generar una sensación de alerta, esta situación debería servir para hacer una reflexión sensata y tranquila sobre los riesgos que conllevan esas prácticas. Cada persona es capaz de modificar ese riesgo con más cuidado.

-¿Qué diferencia hay entre la viruela del mono y la viruela clásica, erradicada hace décadas?

-Por suerte, la mortalidad parece mucho baja comparada con la de la viruela clásica. Tendremos más datos dentro de unos meses, pues por ahora la información recabada en los países de África más afectados no es completa. En este caso, la mayor vía de transmisión es a nivel cutáneo (en la viruela clásica también destacaba el mecanismo aéreo, y eso la hacía mucho más contagiosa), lo que requiere una relación estrecha. Y eso en sí mismo ya es una ventaja, por lo que decíamos antes, no es tan fácil contagiarse de este virus.

-Si tras el brote de 2022, España fue el país de Europa con más infecciones, ¿se entiende que ahora la protección frente al nuevo virus también es mayor?

-Hay dudas. La vacuna protege y haber pasado la enfermedad protege, pero es pronto para conocer el grado de protección. Lo importante es no bajar la guardia, independientemente de que hablemos de esta infección o de otra.

-¿Quiénes deberían vacunarse de forma prioritaria?

-En las próximas semanas se podrá responder a eso con más detalle, cuando se concreten las pautas desde el Ministerio de Sanidad. Probablemente se priorizará en función del riesgo.

-¿Cuál es el periodo de contagio de esta enfermedad?

-Desde la aparición de las primeras lesiones hasta la desaparición de las últimas costras, lo que suele durar 2 o 3 semanas.