Secciones
Servicios
Destacamos
Las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania ya se perciben desde hace unos cuantos días en la factura de la energía, de los carburantes e incluso de los alimentos. Los precios, que ya estaban elevados antes de que comenzara el conflicto por el ... efecto de la pandemia, se han disparado aun más en las últimas semanas.
Por poner un ejemplo, en el caso de la energía cada cántabro está pagando una media de 57 euros más en su factura. Pero no solo eso, ya que el incremento en los precios de los alimentos, bebidas no alcohólicas, carburantes y el gas están teniendo un efecto directo muy notable en la inflación, que ya supera el 7,7% en nuestra comunidad.
El Diario Montañés se ha puesto en contacto con diez trabajadores de diferentes gremios con el objetivo de que detallen cuáles son los sobrecostes que están asumiendo en la actualidad a la hora de desempeñar su labor. En todos los casos, ese incremento de gastos se viene produciendo progresivamente desde que se desencadenó hace ya dos años la pandemia del covid, que primero provocó una crisis por la falta de suministros y después el incremento en la factura energética, entre otros costes.
Sin embargo, la mayoría de estos profesionales ha visto como la guerra de Ucrania les ha terminado de ahogar, hasta el punto de que algunos se han visto obligados a parar su actividad, como es el caso de los transportistas, que mantienen la huelga hasta que se tomen medidas, o el de los pescadores, que también han decidido amarrar –al menos hasta hoy– ante la escalada del precio del gasoil, que en los últimos días ha bajado algo.
Todos ellos señalan incrementos importantes en la luz, el gas, los carburantes o las materias primas con las que trabajan.
Elena García | Periodista
Elena García es periodista y trabaja en el departamento de comunicación de la Universidad de Cantabria (Santander). Al residir en Castro Urdiales realiza un total de 150 kilómetros diarios para desplazarse a su lugar de trabajo y eso le supone un desembolso importante al mes en carburante, que ahora se ha visto incrementado. «Si antes gastaba 250 euros al mes en gasolina, ahora el desembolso llegará a los 300 euros», apunta, al tiempo que comenta que con la pandemia dejó de compartir coche.
En su hogar (reside con su hija) lo que más ha notado es el incremento en la factura de la calefacción. Y también hace referencia a la subida del precio del pescado y de la fruta. «El precio de la carne también ha subido, aunque en nuestro caso no solemos consumir mucho», reconoce.
Jaime Castanedo | Responsable de confitería
Las confiterías y heladerías tampoco se están librando del aumento de costes. Como en otros negocios, la energía es la principal fuente para mantener sus productos en perfecto estado. «El gasto en luz nos ha subido hasta ahora un 120% y tiene pinta de que seguirá subiendo», apunta Jaime Castanedo, responsable del Regma de Santander, que también hace mención a un aumento del 22% en la factura del gasoil que consumen sus hornos. «Si hace un año el litro estaba a 0,70 ahora está a 0,86 euros».
Respecto a las materias primas de sus productos, detalla que el azúcar se ha encarecido un 27%; la mantequilla, un 64%; la leche, un 58%; la harina, un 22%; y los huevos, 14%. «A esto hay que sumar la subida de un 6,75% de los salarios, con lo que hemos tenido que subir algo los precios».
Elena Nieto | Odontóloga
Elena Nieto, odontóloga y periodoncista de la Clínica Dental Nieto (Santander), también puede dar buena cuenta del incremento de costes. «En la factura de la luz hemos pagado este año un 115% más que hace dos años. Y en la del gas la subida ha sido parecida, hasta llegar al 100%. Es una subida gorda».
Nieto comenta que estas subidas se deben, principalmente, a la pandemia. De hecho también han tenido que asumir unos costes en material de protección que antes no tenía. «La factura en guantes ha subido 20 euros y luego está todo el tema de mascarillas FFP2, que antes no usábamos; los trajes de protección, los geles, las pantallas...». Eso sí, pese al incremento de costes, no han querido repercutírselo al cliente con una subida de precios importante. «Lo estamos soportando nosotros».
Pilar Pescador | Peluquera
En las peluquerías el mayor gasto siempre viene generado por la electricidad. Y en la peluquería Eduardo y Pilar Pescador (Santander) están teniendo un sobrecoste de hasta un 110%. «Si hace unos meses pagábamos de media mensual entre 800 y 900 euros, ahora la factura asciende a entre 1.600 y 1.800», apunta Pescador, que califica la subida como «una barbaridad».
Además, el coste de los suministros que emplean a diario (champús, tintes, etc.) se ha incrementado un 20%, «con lo que el beneficio del servicio es menor y no podemos repercutirlo en el cliente». Y a esto hay que añadir, según comenta la responsable de este negocio, «que los salarios de sus empleados han subido hasta un 30% en los últimos años». «Este es un trabajo artesanal que requiere de un buen servicio», advierte.
Miguel Ángel Pérez | Carpintero
Los carpinteros también están soportando unos importantes sobrecostes a la hora de desempeñar su labor. «El metro cúbico de madera laminada ha pasado de costar 500 a 1.000 euros, el precio de los tableros para armarios ha subido un 15% y los herrajes y químicos que utilizamos entre un 10 y un 20%», apunta Miguel Ángel Pérez, que tiene su taller en Gibaja (Ramales de la Victoria) y también está asumiendo el repunte de la factura de la luz. «Alguna factura se ha duplicado en el último año: de pagar 200 a 400 euros al mes».
Pero no solo eso, porque al tener que desplazarse para realizar los trabajos que le encargan, la factura mensual del gasoil ha pasado de «300 a 400 o 500 euros». «No puedo repercutir todo eso al cliente, así que lo que hago es asumir parte de los costes», asevera.
Manu Andoni Ruiz | Taxista
Los 512 taxistas que hay en estos momentos en Cantabria están asumiendo un incremento en sus costes mensuales de unos 200 euros en concepto de combustible, según apunta Manu Andoni Ruiz, presidente de la Federación Cántabra del Taxi. «Se trata de un incremento de costes bastante considerable que no podemos repercutir a los usuarios del servicio como sí pueden hacer otros transportes, como los de mercancía o viajeros, porque nuestras tarifas están reguladas por la administración y la próxima revisión no entrará en vigor hasta principios del próximo año».
Al incremento de gastos por el encarecimiento de los carburantes se une el hecho de que se ha incrementado en cinco euros el pago de la cuota de autónomo. «Si la situación con la pandemia ya nos había afectado muy de lleno debido a las restricciones, tanto a las nuestras como a las de hostelería y ocio nocturno y no nos habíamos recuperado, ahora nos encontramos con esto».
Luis David Hernández | Ganadero
El sector ganadero es uno de los que más gastos está asumiendo desde hace meses y David Hernández, de Quesos y Yogures El Pasiego-La Cántara (Camargo), puede dar buena cuenta de ello. «Pago mil euros más al mes solo en pienso». Y respecto al carburante que utiliza para las máquinas de ordeño asegura que si en septiembre de 2019 el precio del litro del gasoil estaba a 66 céntimos, ahora ha subido a 1,25 euros. «Eso me supone 500 euros más al mes», apunta, al tiempo que dice que, como tiene el depósito a la mitad, va a esperar a ver si baja el precio tras la reducción de impuestos». A estos gastos, la empresa de este ganadero tiene que sumar el incremento del precio de los portes del transporte, «que han subido 30 euros»; el de las botellas, que se ha encarecido dos céntimos; el del envase de yogur, que no llega al céntimo; y el envase de yogur de cuchara de kilo, que ha subido 10 céntimos. A todo ello hay que añadir el incremento de la luz.
Luis Miguel González | Camionero
Luis Miguel González no deja de echar cuentas cada día que cambia el precio del gasoil. Si en el 2019, en prepandemia, el precio medio del carburante estaba en 1,20 euros, pasando por los 0,98 euros de 2020, y el 1,21 de 2021, ahora, este mes se ha disparado al 1,93 euros. «Llenar ahora un depósito (de unos mil litros) me cuesta unos 500 euros más», resume este camionero, que cree que el precio del carburante continuará creciendo «si no hacen algo ya». Además de este gasto, el principal para él, también apunta incrementos de costes en los peajes de las autopistas, las horas de mano de obra en los talleres de reparación, en las ruedas, los aceites... «Hablamos de un incremento global de un 20%».
Pero no se quedan ahí los sobrecostes, puesto que también se ha encarecido el precio del menú del día, al que recurren habitualmente los camioneros. «De 10 o 12 euros ha pasado a costar 14», asegura.
Pablo Argos | Pescador
«Casi es inviable moverse. La situación es insostenible». Esta es la conclusión a la que ha llegado el patrón del Ermita Pilar (Santoña), Pablo Argos, tras cifrar en un 250% la subida del precio del gasoil en el último año y entre un 20 y un 30% los gastos generados por la reparación de su barco, en el que viajan 16 tripulantes.
Anualmente reposta en su barco unas 200 toneladas de gasoil. Y si durante la pandemia el precio del litro llegó a los 22 céntimos, hace apenas unos días estaba a 1,17 euros en el puerto de Santoña. «Lo único que pedimos es que se bajen los impuestos que se aplican al gasoil, que no tengamos que paralizar el país».
Respecto al incremento en los costes derivados por las reparaciones de su embarcación, este pescador asegura que se ha encarecido el precio de los aceros, las gomas, los latiguillos... «Todos los suministros que estamos importando». «El incremento de los precios es grande y viene de antes de la guerra», añade.
Gladys Oslé | Panadera
El incremento desde hace meses del precio de la luz ha provocado un encarecimiento de productos en cascada. Y las panaderías lo están notando cada vez que tienen que pagar todos los suministros que adquieren al mes para poder elaborar sus productos. «La harina ha subido un 10% y subirá más una vez que se noten, en los próximos meses, los efectos de la guerra», advierte Gladys Oslé, responsable de la Panadería Oslé (Gajano).
A la subida del precio de la harina, se suma el de la mantequilla, «que se incrementa cada semana» y el de la luz, que ha subido «un 200%».
También hay que tener en cuenta, según comenta, el encarecimiento del gas (tienen un horno con este sistema) y el de la gasolina (tienen servicio a domicilio). «Tenemos que asumir la mayoría de esos costes porque no podemos repercutirlos en el cliente final», señala esta panadera, que también apunta al «incremento del precio del chocolate o del café».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.