Secciones
Servicios
Destacamos
Una joven de 20 años, María Humara García, natural de Villaescusa, falleció en la noche del martes tras salirse de la vía el coche en el que viajaba de copiloto. El accidente tuvo lugar en la subida a Peña Cabarga, en una zona del trazado ... previa a las curvas y contracurvas más complicadas de la subida, aproximadamente a tres kilómetros y medio del pirulí que corona el monte. Fue ahí donde el vehículo se salió de la carretera en una curva, cayó por la ladera y dio una vuelta de campana. La chica perdió la vida en el suceso, mientras que el conductor –de 22 años– resultó con heridas de carácter leve.
El tramo donde se produjo el accidente es una zona sin viviendas del tramo inicial de la subida, en la parte de la carretera que todavía no es tan sinuosa y angosta. De hecho, la curva en la que se salió el vehículo no es significativamente cerrada y cuenta con un sobreancho bastante amplio del trazado. Pese a ello, el coche de la pareja colisionó contra el quitamiedos y se lo llevó por delante.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, bomberos de Santander y sanitarios del 061, que sólo pudieron confirmar el fallecimiento de la joven.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en Cantabria, la chica no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Este extremo ha sido desmentido por un familiar cercano al conductor, que ha asegurado que el joven defiende que ambos lo llevaban puesto y que, incluso, él se quitó el cinturón para salir del vehículo y también se lo quitó a ella.
La tragedia dejó este miércoles helado el municipio de Villaescusa. «Era un encanto de niña y muy responsable», dicen los vecinos, que no se quitan de la cabeza que el padre de la joven también falleció a los 30 años en un accidente de tráfico, cuando ella todavía no había nacido. Igual que su abuelo paterno, que también perdió la vida en la carretera.
La de María Humara es una familia muy conocida y querida en lo ancho y largo del valle. Son oriundos de la zona y su padre, Carlos, tenía una carpintería con sus hermanos que hoy en día sigue abierta, mientras que su madre formó parte de la lista municipal del PRC en las últimas elecciones. «Son gente excepcional», decía un conocido con la pena reflejada en la mirada.
Aunque por parte paterna procedían de Lloreda de Cayón, todos han estado siempre estrechamente ligados a Villaescusa, tanto los abuelos que siguen en vida como su madre. Asimismo, María deja un hermano pequeño. La joven, que actualmente estudiaba un módulo de Formación Profesional, formaba parte de forma activa de la vida municipal. «Es tan injusto, una cría tan buena y guapa en todos los sentidos», lamentaba visiblemente consternado el alcalde de Villaescusa, Constantino Fernández.
Los que la conocieron la recuerdan repartiendo pinchos y poniendo copas detrás de la barra de las fiestas de Socabarga, donde colaboraba todos los años, y también montada a caballo, su gran pasión. «Le encantaba la hípica», dicen al tiempo que ensalzan de ella «la simpatía que destilaba a raudales», su «dinamismo» y «su buen comportamiento».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.