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Los directores de la empresa familiar Layos Camp, que se encarga de promover campamentos juveniles de verano, habían sido especialmente precavidos este año a la hora de organizar las actividades de los participantes para cumplir con todas las medidas de seguridad por el covid-19. ... Aún así, la fatalidad llamó a su puerta el pasado viernes, cuando una niña madrileña de 14 años que participaba en uno de sus campamentos con sede en Cantabria fallecía en una actividad deportiva en el río Cares, Asturias.
«La joven bajaba el río en la parte de atrás de una canoa cuando de repente se cayó al agua, sin que nadie pudiera hacer nada al respecto», relataba ayer Curro de Gregorio Oriol, uno de los directores de la empresa familiar que se fundó hace 35 años. Según De Gregorio, «fue la compañera que iba delante quien se percató de lo sucedido y avisó a uno de los tres monitores de rafting que acompañaban a los chicos en las canoas» y que pertenecían a la empresa de aventura contratada para el descenso, conocida como 'Canoe Trophy'. El suceso se produjo en torno a las cuatro de la tarde en la garganta del Cares, a un kilómetro del municipio de Peñamellera Alta, en una zona peligrosa del río en la que abundan las rocas.
Fueron los monitores quienes en un primer momento trataron de encontrar a la menor sin éxito hasta que lograron contactar con el servicio de emergencias 112 de Asturias. Finalmente, uno de los profesores dio con el cuerpo sin vida de la joven en una poza de difícil acceso, lo que hizo necesario el traslado al lugar del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim). Los rescatadores lograron extraer el cuerpo de la menor minutos antes de la medianoche, después de haber puesto en marcha un complejo operativo que se alargó durante varias horas.
«Es la primera vez que ocurre una desgracia de este calibre», aseguraba desolado De Gregorio, cuya empresa, 'Layos Camp', cuenta con cinco sedes en España (Cantabria, Gredos, Sotogrande, Toledo y Tarifa). Los participantes de Cantabria, entre los que se encontraba la joven fallecida y su hermano, estaban repartidos en dos alojamientos de Gerra (San Vicente de la Barquera) y Ruilobuca. Tras el fatal suceso, la empresa ha decidido suspender el campamento y enviar a los 20 niños a sus casas, ofreciéndoles la posibilidad de iniciar mañana una actividad similar en sus sedes de Tarifa o Toledo de forma gratuita. «Ha sido un drama y nos hemos quedado en shock», dijo el director. La familia de la niña llevaba tres años seguidos enviando a sus tres hijos al mismo campamento de verano.
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