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Un camionero de 62 años, vecino de Ruente y trabajador de la empresa de Unquera Excavaciones Gaby, falleció este lunes durante las labores para mejorar la carretera de acceso a la cueva del Soplao entre Labarces y La Florida, en Valdáliga.
El hombre, que estaba ... descargando el camión, apareció tendido en el suelo, con lesiones, y su vehículo recorrió cuesta abajo una distancia de unos cien metros hasta chocar con una retroexcavadora de la empresa Copsesa, cuyo ocupante se precipitó fuera de la carretera pero resultó ileso. El suceso ocurrió en torno a las nueve de la mañana. La voz de alarma la dio un compañero que estaba detrás del camionero indicándole que se moviera un poco para adelante para continuar descargando. «De repente, el camión ha salido hacia adelante y él ha aparecido allí, tirado», explicaban cabizbajos los responsables de la obra, que llegaron con posterioridad, mientras esperaban refuerzos para poder mover el camión y la retroexcavadora siniestrados.
Para entonces, ya se había procedido al levantamiento del cadáver, pero aún se desconocen las causas concretas de la muerte del profesional. «Entendemos que le ha ido mal y se ha caído del camión», suponían, sin poder confirmar ningún dato, los responsables de la empresa para que la trabajaba, a la que el fallecido llevaba vinculado dieciséis años.
Las obras en cuestión en las que se ha producido el fatal accidente fueron presentadas el pasado mes de agosto por el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, quien comprobó en el citado tramo el mal estado que presentaba el vial que, por otro lado, soporta bastante circulación, especialmente en verano.
«Se trata de una carretera angosta, estrecha y con muchos problemas, por la que prácticamente no se pueden cruzar dos vehículos, y más si se trata de un autobús», decía entonces el consejero, acompañado del alcalde, Lorenzo González. La alternativa que plantea la Consejería consiste en « actuar sobre las carreteras vecinales que ya existen, ensanchándolas y mejorando alguna de las curvas, de forma que los vehículos puedan circular a la vez en sentido contrario, con seis metros de anchura».
El Ayuntamiento de Valdáliga había cedido los terrenos «para que la obra se pudiera llevar a cabo cuanto antes», como explicaba el regidor al inicio de los trabajos.
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