La falta de ambulancias retrasa el traslado a Cruces de un vizcaíno que está en coma en Valdecilla

Pilar ha presentado una reclamación después de que en el hospital de Cruces le confirmaran el visto bueno al cambio de centro, pero la empresa de ambulancias La Pau le pusiera pegas por teléfono. «Estamos teniendo un verano con más traslados de los previstos. Hemos recorrido España tres veces», le dijeron a Pilar. «Fue lo que más me dolió, las formas y que trataran a mi padre como si fuera un paquete, y no como un ser humano en un estado muy delicado».

Lorenzo se encontraba en el terreno con que cuenta su casa de Laredo con su mujer y la asistenta que le ayudaba en su cuidado, cuando se subió a un taburete y cayó de espaldas golpeándose la cabeza, lo que le provocó un fuerte traumatismo. Pese a que la vivienda se sitúa «a tres minutos del hospital de Laredo, la ambulancia tardó 45 minutos en llegar». Las cosas se torcieron desde el primer momento. Pese a que uno de los hijos pidió que el paciente fuera evacuado a Cruces por cercanía a su familia, por protocolo decidieron mandarle a Valdecilla, en Santander. «Todo hubiera sido más sencillo, porque aquí estamos a diez minutos, pero lo entendemos. No tenemos ni la más mínima queja. Mi padre está perfectamente tratado allí y con nosotros han sido muy humanos», agradece Pilar.

Los tres hermanos se turnan para acudir cada día uno hasta Santander a velar a s u padre mientras otro se encarga de la madre y de la casa.

Tras unos días en estado crítico, el paciente se estabilizó. «Sigue en coma, pero ya no corre peligro su vida. Nos han dicho que no va a despertar, que su estado es prácticamente irreversible, y que si lo hace, tendrá graves secuelas», se duele su hija. El neurólogo que le atiende en el hospital cántabro dio luz verde al traslado a Cruces y las autoridades sanitarias vascas lo aprobaron también. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con Osakidetza.

Traqueotomía

Sin embargo, la evacuación quedó suspendida cuando la empresa de ambulancias comunicó que iban a desplazar una unidad básica. «El médico dijo que ni hablar, que tenía que ser un transporte medicalizado». Pilar confirmó con Cruces que el traslado está autorizado en una ambulancia «con médico y enfermera», aunque empleados de La Pau se lo había negado. Después, justificaron el retraso en la falta de UVI móviles disponibles. Las últimas noticias posponían el viaje para el próximo miércoles 6 de septiembre.

«Pero, ¡cómo es posible! La gente en agosto se va fuera y sufre los accidentes donde está. Osakidetza ha dado una concesión a una empresa que no tiene capacidad para hacer esto», protesta la mujer. «En la UCI había un chico belga y se lo han llevado a su casa en un avión medicalizado», compara. Estaba previsto que a Lorenzo le practicaran una traqueotomía a su llegada al hospital vizcaíno, pero se la han tenido que realizar antes en Valdecilla.

Para colmo, para realizar gestiones con el banco necesitan un certificado médico que no les dan porque «ahora es como si no estuviera ingresado ni en Valdecilla ni en Cruces». «Hasta ese punto nos han fastidiado. Para ellos es trabajo, para nosotros es nuestra familia», proclaman.