«Hacen falta más delegados de clase y representantes dentro de las facultades»

-¿Cómo va la vuelta a las aulas universitarias?

-De momento parece que ordenada y escalonada. Así se planificó desde el principio, de hecho alguna facultad ha retrasado el inicio de algunos cursos. Surgen pequeños problemas con alguna cámara u ordenador que se solventan enseguida, pero los grupos están hechos, es decir, los que tienen docencia síncrona (en 'streaming' desde un ordenador), asíncrona (alterna con grupos en clases obligatorias) o presencial (puede acudir a clase un porcentaje de alumnos manteniendo las distancias de seguridad) lo saben, así que, ¡toquemos madera!

-¿Hasta qué punto puede influir en la afluencia a clase la nueva organización, cree que habrá menos absentismo?

-La organización en la universidad busca que la asistencia sea igual de accesible que lo ha sido siempre, y salvo aquellas asignaturas en las que la asistencia y participación es parte crucial de la nota, los estudiantes son mayores de edad para decidir si asisten o no a clase.

-¿Pero cree que habrá más responsabilidad personal en los alumnos ahora que el aforo en las aulas es reducido?

-Creo que hay responsabilidad personal, pero si no la hay, tendrá que haberla. Que una persona esté en el aula en ese momento, implica que otra persona tenga que estar en casa; que tú no vayas al aula es una decisión tuya, no tienes por qué ir, pero hay una persona que está en casa porque le tocaba esa semana, y tú que puedes estar en el aula, decides quedarte en casa... Si ahora mismo no hay esa responsabilidad, la va a tener que haber porque, además, desde la Universidad, por criterios sanitarios y por no perjudicar a los que sí lo están haciendo bien, no se va a permitir cambios de grupos que no procedan, ni que una persona que no le toca presencial esa semana intente entrar en el aula aunque haya hueco libre. Todo el mundo tiene que tener en la cabeza que todas las medidas organizativas buscan garantizar el acceso igualitario a la docencia y que se haga de la mejor manera posible. Esto ya debería ser una razón de peso para que la responsabilidad personal esté presente.

-¿Qué papel ha tenido el CEUC en esa organización que ha hecho la Universidad?

-Como CEUC hemos estado siempre en contacto con el equipo rectoral y nos han pedido opinión sobre todo lo que se ha realizado, y a las delegaciones de cada facultad les ha correspondido tratar la organización.

-Cuando asumió el cargo en enero, las prioridades eran mejorar los reglamentos de evaluación y de la biblioteca, la difusión de las actividades del CEUC. Eso era antes de la pandemia, ¿va a retomar algo?

-¡Uf! No retomo nada, los reglamentos de evaluación no se han podido reformar y ahora no es la prioridad; el de la biblioteca tampoco, y bastante es que esté abierta, y la mayor parte de las actividades culturales se han suspendido. Nuestro objetivo ahora es intentar que estén todos los servicios disponibles para los estudiantes (biblioteca, comedores, Unibús) y sobre todo tratar que este año las elecciones a representantes se presente el mayor número posible de alumnos, porque va a hacer falta. Durante el confinamiento sufrimos el problema de no tener los puestos cubiertos y si este año no hay representantes a todos los niveles vamos a tener problemas. Lo que más hacen falta son delegados de clase y representantes dentro de las facultades. Haremos un llamamiento para las elecciones, que son en octubre.

-Con lo aprendido tras el confinamiento, ¿qué avances ha traído consigo la pandemia, qué se ha puesto en marcha?

-Por un lado, el uso de internet. Aunque antiguamente existía el aula virtual o cursos en Moodle, actualmente que se dé docencia y los alumnos puedan seguirlo desde casa ya es un avance. Por otro lado, el hecho de que haya habido una pandemia, con la gravedad de la situación y lo mal que lo han pasado los estudiantes y los profesores, ya es motivo de peso para que la gente entienda que se debe actuar con responsabilidad personal.

-¿Puede haber un efecto académico por las medidas derivadas de la pandemia?

-La reorganización para cumplir las medidas sanitarias tiene repercusiones. Ya se vio en el modo telemático en el confinamiento, porque no todo el mundo tiene la misma capacidad para acceder a medios digitales: no es lo mismo vivir en una zona rural que en el centro de una ciudad, en una casa con dos ordenadores y tus padres trabajando con ellos. Actualmente intentas que ese sesgo se minimice, pero van a seguir existiendo. Desde la universidad hubo una convocatoria de materiales para aquellos que no disponían, y se ha vuelto a convocar. En ese sentido, quiero que conste que, aunque agradecemos que el rectorado se comprometiera desde el principio con ello, se tenía que haber hecho antes y no haber esperado tanto a la convocatoria del Banco Santander.