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Hugo Fernández Becerro (Santander, 2004) no salió demasiado convencido de las pruebas de la Olimpiada Nacional de Física celebradas telemáticamente el pasado 29 de abril. «Pensé que no me habían salido bien», asegura con modestia este alumno que ha cursado 2º Bachillerato en el Colegio ... La Salle de Santander. Sin embargo, sus sensaciones eran poco acertadas: ganó la fase española con un oro rotundo -el primero de los seis que se conceden- y ese puesto le ha conducido directamente a representar a España en la Olimpiada Internacional de Física que comienza el 10 de julio. «Al principio, no me lo creía. Además, coincidió con las fiestas de mi colegio y lo pude celebrar con profesores y amigos», cuenta desde los exteriores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria (UC).
Las pruebas para España tendrán lugar en Murcia. En circunstancias normales, este año se habrían celebrado en Bielorrusia, pero la proximidad de la guerra de Ucrania lo ha impedido. Lo que no cambia es la competencia: Hugo se medirá con decenas de estudiantes de medio mundo. Cauto con sus posibilidades en la cita internacional -«es un temario muy amplio y los problemas son difíciles»-, dedica estos días de verano a preparar la complicada convocatoria leyendo libros de Física general y resolviendo problemas.
«Seguro que lo hace bien», pronostica Sofía Ruiz, su profesora de Física en La Salle durante el curso que acaba de terminar, mucho más locuaz que Hugo con los detalles de su periplo olímpico. «Iba muy bien preparado. Él sabe mucho más de lo que se corresponde con el currículum de 2º de Bachillerato», asegura. De hecho, estaba convencida de que Hugo iba a hacer un papel colosal en la Olimpiada nacional, y no solo por sus conocimientos académicos, sino porque «tiene una intuición que no es normal. Para resolver problemas de esa categoría hace falta una intuición especial que no todo el mundo tiene. Es un plus, es difícil de explicar. Y no es fácil encontrar alumnos como Hugo».
RETO
CUALIDADES
El joven, que además ha logrado matrícula en 2º de Bachillerato, coincide en que hace falta creatividad para solucionar los ejercicios. «Hace falta mucha imaginación para resolver los problemas», y lo ejemplifica con una anécdota protagonizada por el matemático alemán David Hilbert. Cuando este supo que uno de sus alumnos dejaba los estudios para dedicarse a la poesía, no tuvo reparos en despedirle de esta manera: «Mejor, no tenía imaginación». Este pequeño chascarrillo es revelador para Hugo: «Estamos acostumbrados a los problemas del colegio, que son problemas tipo y ya sabemos cómo se resuelven, pero en la vida real hace falta mucha imaginación».
La creatividad de Hugo crece por momentos. Su palmarés olímpico también. Además del oro en la competición nacional que organiza la Real Sociedad Española de Física -a la que llegó tras vencer en la fase local-, este alumno ha logrado el cuarto puesto en la Olimpiada autonómica de Dibujo Técnico, así como el primero en la Olimpiada cántabra de Matemáticas y la medalla de bronce en la competición nacional de esta última disciplina.
¿Y de qué forma se forjó el interés por la ciencia de Hugo Fernández Becerro? Fue más o menos en 4º de la ESO. En el confinamiento, con algo más de tiempo libre, «recuerdo leer un libro pequeñito sobre Matemáticas muy divulgativo». Se trataba de 'Alicia en el país de los números', de Carlo Fabretti, y aquella mezcla de información y fantasía despertó su interés. «A partir de ahí me empezaron a interesar las Matemáticas. Lo que se da en el instituto no tiene mucho que ver con lo que son realmente. Entonces empecé a investigar un poco más y me gustaron mucho», explica.
¿Y qué parte de la realidad le ayudan a entender la Física o las Matemáticas; la ciencia, en definitiva? Sin ir más lejos, fenómenos como las mareas. «Puedes explicar muchas cosas que pasan en el mundo y, sobre todo, te hacen aprender mucho sobre tecnología y cosas de ese estilo», responde.
Y, además, está la bola extra de las Olimpiadas, donde además del reto académico, se hacen amigos y se pueden llegar a despejar dudas sobre el futuro a corto y medio plazo. Y eso es importante. «Quizá en 1º de Bachillerato quería estudiar más Física y ahora, gracias a las Olimpiadas, creo que serán Matemáticas», dice Hugo, que, con toda probabilidad, estudiará el grado universitario de esa disciplina a partir de septiembre. Quizá, más adelante, encamine sus pasos hacia la investigación, pero aún no lo sabe con exactitud. «Es muy pronto», responde con sencillez.
«Estas Olimpiadas les pueden venir bien para decantarse por una disciplina u otra, para estar en contacto con otros colegas o abrirles oportunidades», confirma Emilio Seoane, profesor de Física y, desde hace varios años, uno de los preparadores de los olímpicos cántabros. Por eso es esencial que las competiciones sean presenciales, al contrario de lo ocurrido este año con la Olimpiada Nacional de Física, tercia Ruiz.
A ambos agradece Hugo su implicación. Ya inmersos en el verano, apunta que quiere disfrutarlo con sus amigos, con su familia y quizá dedicando ratos de lectura a 'El señor de las moscas', uno de sus libros favoritos.
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