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En la Unidad de Salud Bucodental de Liencres la falta de materiales es parte de su «complicado» día a día «desde hace meses». Cuando no faltan brackets, faltan elásticos, arcos o incluso el composite para los empastes dentales. Una situación que «está retrasando los ... tratamientos de ortodoncia de cientos de niños de Cantabria», como reconocen los propios dentistas del equipo, que ya no saben cómo disculparse ante los usuarios afectados. «Se quejan, y es normal, no les falta razón. Pero no está en nuestra mano la solución», indica el personal, que se muestra agradecido también «por la comprensión» que encuentran en las familias.
Aseguran que desde el departamento de Suministros del Servicio Cántabro de Salud (SCS) «están trabajando en ello», pero que la forma de compra de los materiales ha cambiado esta legislatura y se ha añadido «más burocracia», mientras que antes los pedidos se reponían cada quince días. Eso implica que, cuando termina el proceso de licitación de un contrato, ese material ya está agotado, y hasta que se repone no pueden dar el servicio completo. Ese contratiempo lleva a prolongar los tratamientos por encima del tiempo habitual, porque no se puede poner el aparato con todas las piezas, así que se tarda más en dar altas y, en consecuencia, la lista de espera se mueve mucho menos. Tanto que en la actualidad desde que un niño recibe la indicación de ser atendido en la unidad especializada de Liencres hasta que efectivamente recibe el tratamiento de ortodoncia que necesita pueden llegar a pasar dos años y medio. Es la consecuencia del cúmulo de meses de retrasos en los suministros. Y si bien recurrir a la vía privada para un empaste puede ser una solución accesible, el coste de una ortodoncia -y más en casos complejos, que son los que están financiados por la sanidad pública-, que oscila entre 2.500 y 3.500 euros, no está al alcance de todos los bolsillos.
Además, ese tiempo perdido, añaden desde la Unidad, puede suponer también perder la oportunidad de esquivar una cirugía, pues hay problemas bucodentales que, con el tratamiento adecuado y en el momento preciso, se pueden corregir sin necesidad de llegar a una intervención. «Pero si llegamos tarde...». Y con la demora existente, no es descartable que hayan menores que vean agravadas sus patologías como consecuencia del atasco.
A preguntas de este periódico, desde el SCS reconocen que «efectivamente» esas carencias de materiales se están produciendo «por un problema de tránsito entre contratos», que -aseguran- «quedará resuelto la próxima semana». Aunque en la Unidad de Salud Bucodental, encargada de los procesos dentales de mayor complejidad en los niños derivados tanto desde los centros de salud y Valdecilla, como los detectados en las revisiones escolares, señalan que la falta de stock en los materiales ortoprotésicos es «un continuo desde hace casi un año».
Y no solo afecta al funcionamiento del equipo especializado de Liencres, sino que allí gestionan también las peticiones de los dentistas de la red de Atención Primaria, repartidos en 17 centros de salud, que también están sufriendo los inconvenientes de la falta de suministro básico.
Todo ello en un contexto en el que, cabe recordar, el año pasado se anunció a bombo y platillo un proyecto de ampliación de la cartera de servicios básicos en salud bucodental en todo el Sistema Nacional de Salud, que en el caso de Cantabria supondrá una inyección de 800.000 euros (de los 68 millones que se repartirán en toda España). Plan que implica la implantación de revisiones periódicas para todos los niños menores de 14 años, de forma que ese control de los dientes se incorpore a las consultas pediátricas. Una actualización que se encuadra dentro del Marco Estratégico para la Atención Primaria y busca «romper la relación entre la situación socioeconómica y la prevalencia y gravedad de las enfermedades bucodentales». No obstante, ese proyecto no cambiaba los criterios de acceso a los tratamientos de ortodoncia cubiertos por la sanidad pública, limitados, como recoge la orden SAN/27/2009, a síndromes cráneo-faciales que requieran tratamiento de ortodoncia complementario, fisuras maxilopalatinas, mal oclusiones graves, mordidas profundas completas o grandes asimetrías faciales.
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