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Ana del Castillo
Santander
Sábado, 11 de mayo 2019, 07:42
Mariano Mora menea la cabeza de un lado a otro entre la resignación y la esperanza. Está limpiando un rodaballo y piensa en lo difícil que resulta hoy en día -«y desde hace tiempo»- encontrar trabajadores cualificados en su sector, el de la hostelería. ... Es el propietario del restaurante La Radio, en Santander, y si tuviera que demandar algo al próximo Gobierno de Cantabria claramente sería «que se preocupen de las escuelas de hostelería y que salga la gente bien formada, o algo formada». Con eso se conforma. No pide más. «Dedicar algo de presupuesto para preparar a gente», puntualiza.
Una demanda que comparten los otros cuatros profesionales del sector a los que ha consultado este periódico. El Diario comienza con esta información una serie de reportajes en los que toma el pulso a cinco sectores estratégicos de la comunidad autónoma: Hostelería, Sanidad, Educación, Cultura y Deporte. Todos los expertos en las diferentes materias han tenido que responder a la misma pregunta: ¿Qué le piden al próximo Gobierno de Cantabria?
Los cocineros y empresarios han contestado con rotundidad. No les importa el color político que dirija el nuevo Ejecutivo. Basta con «que olvide un poco el partido al que pertenece y mire por el bien de la región, del ciudadano cántabro y de las pymes», señala Rafael Prieto, propietario de El Serbal. «Y que siga apostando por el turismo», añade Jesús Gómez, del Hipódromo de Suso. Está preparando unas zamburiñas que huelen de vicio. Producto de calidad. En Cantabria eso sobra, «aunque no se valora del todo», apunta Miguel Ángel Cuartas, de La Flor de Miranda. «Hay clientes que no son conscientes de que el producto es costoso», matiza.
miguel ángel cuartas | la flor de miranda
Cantabria es una región rica en gastronomía. Eso no lo duda nadie, pero para Rafael Ordóñez, propietario de La Casa del Indiano, es vital que «se promocione desde el Gobierno el turismo y la hostelería, creadores de empleo y riqueza».
La evolución del sector es evidente, pero las administraciones, por el momento, no han sabido atajar el principal obstáculo: la escasez de profesionales. Y las carencias aún son mayores cuando se requiere personal con formación específica: jefes de sala, sumilleres, cocineros, reposteros... Rafael Ordóñez, de La Casa del Indiano, apuesta por apoyar la creación de esos trabajos concretos: «Todos los años tenemos problemas para contratar a personal preparado en cocina, en idiomas, en llevar la sala, la barra... La gastronomía ahora mismo es un punto fundamental en cualquier región, por eso considero que las administraciones deberían apoyar la formación».
rafael ordóñez | la casa del indiano
El cocinero Mariano Mora, de La Radio -también propietario de los restaurantes La Prensa y El Rinconcito- y Suso Gómez, del Hipódromo, insisten: «Para la temporada que viene es muy difícil encontrar personal. Todo el mundo sale con unos conocimientos muy limitados y pretenden ser grandes profesionales... En fin, es una de las debilidades de esta profesión». Alguna virtud tendrá... «Muchas. Que estamos preparados para el caos y que es muy reconfortante dar de comer a la gente que viene. Hacerles felices. No es como el arquitecto, que hace una obra y se ve toda la vida, pero es lo que tiene, que se disfruta al momento», añade Mora. Y no se debe olvidar «que estamos en una región rica en todo. Tenemos un mar con peces y marisco fantásticos. Buen ganado, buena carne y buena leche. Y un grupo de profesionales muy implicado en los proyectos gastronómicos en esta región», resume Prieto, de El Serbal.
rafael prieto | el serbal
Los hosteleros cántabros son conscientes de que Cantabria -aunque es infinita- tiene sus límites, como el tiempo. El verano dura lo que dura y salvo en Semana Santa y en algún puente, el resto del año el sector flaquea. Por eso para Prieto es fundamental «potenciar» el turismo con nuevas ideas que vayan más allá de la temporada estival y festivos. «Iniciativas que hagan que la gente venga a esta región durante todo el año. Tenemos recursos suficientes. Una capital maravillosa, una bahía extraordinaria, pueblos de costa y de interior fabulosos...». En definitiva, aplicar los suficientes recursos para hacer que el turismo en Cantabria -el buen turismo- dure doce meses.
«Que nos pongan un poco más de luz en la rotonda de Miranda, que no vemos nada», dice Cuartas barriendo para casa. Por pedir...
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