Más allá del ruido político, toca hablar de las consecuencias. De entrada, dejarán de llegar 246 millones de inversiones reales que estaban consignados, lo que suponía un descenso del 9,5% con respecto a la inversión pactada con el Gobierno de Rajoy para 2018. Y se da una paradoja: la aprobación de las cuentas del Estado habría dado impulso a una decena de proyectos estratégicos para Cantabria, pero su retirada tampoco tiene por qué suponer un perjuicio para la Comunidad Autónoma si la prórroga de las Cuentas de 2018 se despliega en su integridad. De hecho, todos los proyectos incluidos en los Presupuestos de este año ya estaban recogidos en los del año pasado, por lo que ninguno debería quedarse sin financiación si el Gobierno central consigna las partidas necesarias al haber pagos plurianuales.
Es decir, que todos los proyectos ya «licitados y adjudicados» dentro de las inversiones reales como el desbloqueo del nudo de Torrelavega o el ramal de acceso al puerto de Santander «seguirán adelante», explican desde Fomento. Eso sí, matizan que ante la previsible convocatoria de elecciones -este viernes se conocerá la fecha- y una posible paralización de la Administración si hay un cambio político, se podrá «consumir poco presupuesto».
Un posible final abrupto
Otra cuestión es que un abrupto final de la legislatura pueda dejar en el aire muchas de las partidas que sólo eran una mera declaración de intenciones. Los que tienen un futuro más incierto a corto plazo son el tercer carril de la A-8 hasta a Vizcaya, el enlace a Raos y el tercer carril de la A-67 y la S-10, las variantes de Potes y Lanestosa, la carretera del puerto de San Glorio, además de la reforma integral del Desfiladero de la Hermida (N-621, Castro Cillorigo-Panes), cuyo presupuesto superará los 60 millones de euros y estaba previsto que el proyecto estuviese listo este año. Todas estas cuestiones no habían pasado de trabajos previos y los expedientes no estaban cerrados, con lo que se antoja complejo que se pueda resolver.
Sin embargo, en lo que se refiere a grandes obras, buena parte de las nuevas infraestructuras proyectadas dependen de las empresas públicas, como Aena, Adif o Renfe, que tienen presupuestos estimativos y pueden desarrollar sus proyectos sin depender de la tramitación presupuestaria del Congreso. Las empresas pueden seguir adelante con licitaciones sin problemas, según explican de Fomento. En este capítulo se engloban el Tren de Altas Prestaciones entre Santander y Palencia, que araña este año 26 millones de euros. También se encuentran en este apartado el Plan de Cercanías, que tenía prevista 33 millones.
Aunque buena parte de las medidas incluidas en las cuentas de Pedro Sánchez ya han sido aprobadas por real decreto, todas aquellas iniciativas que no hayan completado su proceso de aprobación decaerían. Van a la papelera el fin del copago que iba a beneficiar a 95.557 cántabros, lo que representa un 18,49% de la población; la ampliación del permiso de paternidad de 5 a 8 semanas, con un gasto de 3,4 millones de euros y 2.134 beneficiarios; el aumento de 4,9 millones de euros para becas y servirían a 8.716 usuarios; los 500.000 euros para material escolar para otros 4.598 alumnos, o el medio millón de euros que se iban a transferir a los ayuntamientos para luchar contra la violencia de género.
Lo que sí está garantizado es que los 126.317 pensionistas de la región seguirán cobrando el aumento de la pensión del 1,6% y del 3% en las mínimas, lo que supone 9,6 millones de euros, porque esa subida se aprobó por decreto ley el 28 de diciembre y no estaba dentro de la Ley de Presupuestos; los funcionarios también seguirán viendo cómo su nómina mejora un 2,25% con respecto al año anterior, porque también fue un decreto ley que se convalidó después en el Congreso, el 22 de enero; y el salario mínimo, que alcanza los 900 euros, está en vigor desde el 1 de enero y beneficiará a cerca de 70.000 cántabros.
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