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El verdel sigue sin dar la cara, pero para sorpresa de todos el bocarte hizo ayer acto de presencia en el puerto de Santoña. Poco después de las cinco de la tarde, la embarcación 'Maremi' llegó a tierra firme con 430 cajas de anchoa en sus bodegas -unos 2.600 kilos- capturados en el abra, justo detrás del monte, a las puertas de casa. Su patrón y armador, Benjamín Valle, explicó que era el primer día de faena para el pesquero que, hasta ahora, no había podido salir a la mar por culpa de los temporales. Cuando tomaban rumbo al este, a la altura de Oriñón, se toparon con este madrugador bocarte que, junto a otra pequeña descarga en la lonja de Laredo, son las primeras remesas de esta especie que se subastan este año en un puerto de Cantabria.
Y por ser precisamente de los primeros, se vendió todo en subasta a un precio de 4,35 euros el kilo. Lo cierto es que lo que se descargó ayer fue un bocarte pequeño, de 54 gramos (en el argot, piezas en kilo) cuyo destino fue para fresco. «Se ha vendido a un precio muy bueno y ha sido una gran alegría. Para nosotros es el comienzo de la campaña 2018 porque la adversa meteorología no nos ha dejado salir antes y el primer día hemos tenido la suerte de capturar bocarte», relató Valle instantes después de la venta. «Se trata de una anchoa más bien pequeña, pero se ha juntado el hecho de que el martes no hubo pesca por el mal tiempo con que en la zona del Mediterráneo tampoco se ha capturado nada y por eso este pescado pequeño se ha vendido a un precio desorbitado».
El patrón santoñés explicó que la captura tan cerca de casa ha sido una sorpresa. «Partimos por la mañana con la idea de llegar a la zona del este, a altura de San Sebastián, donde se encuentran trabajando la gran mayoría de la barcos que han capturado también algo de anchoa y sardina». Pero no llegaron hasta allí. Poco después de tomar rumbo, «las casualidades que tiene el mar, nos hemos encontrado el bocarte. Ni a una hora de aquí, por Oriñón». Tras descargarlo la tripulación lo más rápido posible, el 'Maremi' partió de nuevo a la zona del abra. «Hemos dejado allí barcos que han encontrado peces pero, de momento, no han hecho captura».
Valle reconoce que falta de verdel, bueno es este bocarte. «Hay ganas de que aparezca ya la caballa. Es una campaña corta pero rentable. Es un dinero que viene muy bien y lo estamos esperando como agua de mayo tanto compradores como pescadores».
Aunque no es lo habitual, no es la primera vez que la anchoa se adelanta al verdel. Algo parecido ocurrió en 2015. La costera del bocarte arranca oficialmente el 1 de marzo, pero no es hasta abril-mayo cuando los barcos comienzan su campaña. «Este bocarte vive en las abras y en cuanto aparezca el verdel desaparecerá, porque se lo comen».
Hasta que eso ocurra estas capturas, destaca el patrón mayor de la Cofradía de Santoña, Miguel Fernández, son «un aliciente» para la flota de cerco que ha empezado a faenar. «Les levanta un poco la moral». En cuanto al verdel cree que aún es temprano. «Vamos a esperar. Calculo que para la semana que viene empezarán a tropezar algo».
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