Faltan conductores para las ambulancias nuevas tras suspender treinta el carné C

Esa circunstancia era sabida. Y no tendría por qué interferir en el proceso de renovación y puesta en marcha de la nueva flota, ya que la compañía es la encargada de garantizar la formación de sus trabajadores para capacitarlos (lo que conlleva asumir también el coste de la autoescuela y las pruebas), si no fuera porque «los treinta técnicos han suspendido el examen», como confirman desde la empresa. Así que hasta que repitan la prueba y consigan el carné C no podrán conducir las nuevas ambulancias.

Desde la compañía aseguran que el problema afecta «a un porcentaje bajo de la plantilla», que cuenta en total con unos 140 conductores, por lo que «no ha tenido repercusión en la atención continuada del servicio». Eso sí, para cubrir los turnos de los suspensos, ha tenido que buscar «personal adicional» con carné C y recolocar a los que tienen que volver a examinarse en puestos de camilleros (mismo grupo profesional) hasta que aprueben la licencia. Una circunstancia que no será antes de «tres meses», según el cálculo que realizan desde el área de relaciones laborales de Autransa en las notificaciones remitidas a los trabajadores afectados por este cambio.

Desde el comité de empresa, el presidente, Miguel Expósito, denuncia la «falta de previsión» de la adjudicataria, teniendo en cuenta que el concurso se resolvió en septiembre. Asegura que el problema es que «la formación no se ha empezado a dar hasta mediados de diciembre», un margen que considera demasiado justo, cuando el plazo para relevar los vehículos era de seis meses desde la firma del contrato, con lo cual se sabía que terminaba a comienzos de marzo. «¿Por qué no han empezado antes con la formación para no arriesgar a llegar a esta situación?» Es la pregunta que plantea el comité, que lamenta que ahora ese suspenso masivo sea la disculpa que ponga la empresa para justificar que no cumple con los tiempos establecidos en el contrato para incorporar la nueva dotación de vehículos, «descargando sobre la plantilla una responsabilidad que no les corresponde».

Además, el presidente matiza en una denuncia formal remitida al consejero de Salud, César Pascual, que, al contrario de lo que dice la empresa, «no todos los afectados han agotado las tres opciones disponibles para obtener la licencia». A su juicio, «creemos que es un intento de utilizarnos para enmascarar los incumplimientos sobre un contrato que duplica el presupuesto del anterior y para el que hemos pedido intervención a la Fiscalía de Cantabria».

En este sentido, cabe recordar que la Gerencia del SCS anunció hace un par de semanas la apertura de un expediente sancionador a la adjudicataria, un proceso para controlar si se han desplegado las 50 nuevas ambulancias en plazo. Entonces, se aseguraba que estaban «prestando servicio operativamente el 70% de los vehículos renovados, que el resto se estaban terminando de dotar» (tarea que depende del SCS). Fuentes de Autransa aseguran a este periódico que, a pesar de este último «contratiempo», «no hay ninguna ambulancia que no esté operativa por falta de conductores con carné C».

Para suplir las bajas temporales de los treinta profesionales reubicados en puestos de camilleros hasta que puedan conducir, «se han realizado promociones internas que permiten la prestación del servicio». En paralelo, añaden, «se ha duplicado la inversión para que se formen de nuevo los conductores que siguen sin poseer la habilitación precisa y, con el esfuerzo necesario, puedan retornar a sus puestos cuanto antes».