Una familia pelea por que una enfermera escolar asista su hija: «Es su derecho»

La patología, que de inicio amenazó su crecimiento, ha acabado afectando a sus esfínteres, por lo que Mai precisa un sondaje cada tres horas –y suprimir alguno de ellos hace que corra el «riesgo» de padecer infecciones de orina, riñón...–. Así que al menos dos tandas diarias coinciden en horario escolar. Ese sondaje es una «técnica invasiva» que ha de realizar un sanitario, recuerda Prieto, y eso les lleva a ella y a su pareja a exigir un profesional de la Enfermería para el centro educativo de su hija: «Es una cosa necesaria. Y es su derecho: los niños tienen un derecho a la educación, necesitan ir al colegio y hacerlo en igualdad de condiciones». Y eso se logra, defiende María Prieto, con «métodos inclusivos. Porque se habla mucho de la inclusión y de la atención a la diversidad sin pensar en lo que es». «Pero esto no es solo por mi hija, sino por todos los niños de Cantabria», añade.

Esa ha sido su segunda motivación a la hora de lanzar una campaña en la plataforma 'change.org': que la enfermería escolar se implante en todos los colegios e institutos de la comunidad autónoma. Cantabria cuenta con experiencias en este sentido, como la liderada hace ocho años por la Fundación del Colegio de Enfermería, que coordinó a un grupo de profesionales en un puñado de centros. Los resultados fueron buenos, pero la Consejería de Educación decidió entonces no convertir aquel programa pionero en una estrategia fija, real. Desde entonces, colegios profesionales, sindicatos o familias piden repetidamente que la enfermería sea una realidad en los centros.

María Prieto toma ahora el relevo como «portavoz» de la causa. Varios padres y madres se han puesto ya en contacto con ella, que está «preocupada, indignada», pero también conmovida. Profesora de Secundaria, en sus clases tiene a alumnos con diabetes o cardiopatías, por lo que defiende que la enfermería escolar es (o debería ser) «una parte esencial del sistema educativo. Hay muchos niños con necesidades muy diversas. Si hay una urgencia en el aula, la atiendes, obviamente, pero los profesores no estamos capacitados para atender estas cosas. Cada trabajo tiene unas funciones y hay que respetarlas».

Cuenta además que pidió hace un mes la reducción total de su jornada para realizar ella misma los sondajes de su hija, y que no ha obtenido respuesta de Educación en ese sentido. La Consejería, por su parte, y vista la «necesidad», ha planteado esta semana a la familia la «solución de urgencia» que quiere aplicar en este caso: contratar a un profesional del ámbito de la Enfermería para que se desplace puntualmente al colegio de Mía y realice los drenajes que la niña necesita en su horario escolar. Además, junto con Sanidad, busca en paralelo medidas más estables a la situación.

María Prieto cree que la solución no debe ayudar solo a su hija. Bajo el título '¡Enfermería Escolar en Cantabria ya!', su campaña online acumula desde el pasado miércoles más de 1.600 firmas de apoyo. «A corto plazo, busco que se pongan las enfermeras que les hagan falta a los niños que lo necesitan ahora mismo. A largo, me gustaría que esto fuera una realidad en todos los centros, que todos tuviesen una enfermera o enfermero escolar». Tiene el respaldo de la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar, de sus compañeros del sindicato STEC, de familias, docentes y del colegio –claustro, dirección y AMPA– donde Mai cursa Infantil. «Queremos agradecérselo», concluye.