Familiares del 'caso Almería' ante la reparación del Gobierno: «Es bienvenida»

En ese acto de desagravio está anunciada la participación del secretario de Estado de Memoria Democrática Fernando Martínez y de la directora general de la Guardia Civil María Gámez. Además, estará el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, lo que satisface a los portavoces de las dos sagas citadas. Una docena de miembros de la primera y un sobrino de la segunda acudirán a la ceremonia en la ciudad andaluza, a la que han sido convocados la semana pasada. De momento, de la familia Cobo Mier no está prevista la asistencia de ningún representante.

Y es que muchas de las personas que más sufrieron aquellas tres muertes (padres y madres, sobre todo) ya no están más de 40 años después. En la familia Montero, por ejemplo, la voz cantante la llevaba en los últimos tiempos una hermana del asesinado, la madre del vecino de Muriedas Javier Diego Montero que, según asegura, «ya no está para seguir la ruta». Javier, que era un crío cuando ocurrió todo, se acuerda también «de todo». Hoy mantiene que «cualquier acto que lleve a pedir disculpas oficiales por lo sucedido» le parece «bien porque hasta ahora no había habido prácticamente nada», salvo un reconocimiento en el Parlamento de Cantabria en 2018 organizado por la asociación Desmemoriados y «alguna conferencia en el Congreso de los Diputados hace unos meses». En Santander, junto a las Estaciones, se erigió una escultura en su memoria en 2021.

Fuera de eso, «nos hemos pasado 37 años sin que nos escucharan. Si ahora viene una reparación, pues bienvenida. Por lo menos en este momento veo voluntad a los altos cargos del Gobierno de cerrar heridas. Y eso es bastante, porque no habíamos tenido nada. La verdad y la justicia vendrán por otro lado», indicó ayer Diego Montero tras recordar que hay hechos «irresolubles», como el que solo fueran juzgados «tres agentes de los 11 implicados, lo que significa que ocho quedaron libres».

Reconoce «nervios y emoción» ante el acto programado Francisco Mañas, que tenía ocho años cuando asesinaron a su hermano Juan y a quien tocó «crecer con esta marca y sin conocer la justicia, porque los condenados salieron de la cárcel con privilegios que no son normales». Mañas, en Andorra por trabajo, se desplazará a Almería «muy contento de que, por fin, haya reparación». También espera «una explicación oficial». Dice que el diploma que recibirán «aliviará y reparará aunque sea simbólicamente» y pese a que -añade- «el dolor no prescribe nunca».

La conmoción social que causó en los años 80 el 'caso Almería' le inscribió rápido en la intrahistoria de la Transición y, a través de las décadas, se han escritos libros y rodado películas para evitar que se olvide. El suceso se etiquetó como un «error» de la Guardia Civil, pero los allegados de los muertos siempre lo han rechazado: hace años que exigen ser considerados víctimas del terrorismo.

Además, llevan décadas luchando por que se reconozca «la verdad»: que tres jóvenes se desplazaban desde Santander a Almería para asistir a una comunión y nunca llegaron al ser detenidos por equivocación. Un exceso de los agentes acabó con los hombres muertos y calcinados. A día de hoy, «las familias solo tenemos una sentencia para solo tres guardias civiles», lamenta Francisco Mañas, que lleva años repitiendo que «no tenemos nada en contra de la institución», pero sí contra quienes mataron a Juan y los dos Luis.