FAPA Cantabria exige una «vuelta segura» a las aulas en septiembre

Los progenitores del alumnado cántabro recuerdan que «ya hace más de cinco meses que la situación sanitaria a la que nos enfrentábamos llevó a una suspensión de la actividad lectiva presencial que, desde FAPA Cantabria, apoyamos en todo momento», aunque reconocen que el curso 'virtual' no ha garantizado «un sistema educativo de calidad para todo el alumnado» pese a los esfuerzos realizados por profesorado, alumnado y familias.

Desde la comunidad y educativa han insistido a «la vuelta a la actividad lectiva presencial como algo ineludible y prioritario para el nuevo curso», así como una vuelta «segura» a las aulas. Desde la federación recogen que las propuestas de la Consejería de Educación «están bien encaminadas desde un punto de vista teórico», pero «en la práctica no dejan de estar lastradas por una 'infrafinanciación' de la Educación que ya venimos arrastrando desde hace demasiados años». Ante estas reflexiones se preguntan «cómo se puede considerar que hay una vuelta segura a las aulas cuando fuera la situación vuelve a estar en un punto muy preocupante. ¿Acaso alguien cree que en las aulas se puede crear un mundo paralelo distinto a lo que sucede fuera de ellas?».

Los padres y madres que pertenecen a la FAPA apuntan que dar prioridad a la actividad económica, principalmente turística y de consumo, «nos ha colocado en una situación en la que parecíamos volver a la realidad anterior, como si la pandemia del Covid-19 hubiese desaparecido». Aunque reconcen justo apuntar que «la mayor parte de la ciudadanía está siguiendo las recomendaciones sanitarias», advierten de «la dejadez de las distintas administraciones, que durante demasiadas semanas han preferido mirar para otro lado en pro de la recuperación económica».

«Ahora ya no vale decir que nos enfrentamos a una situación imprevisible», advierten para exigir a las administraciones «que empiecen a trabajar para alcanzar un control de la situación sanitaria que garantice la vuelta a las aulas. Inciden en que «sería imperdonable» si en unos días la actividad lectiva presencial vuelve a suspenderse y recuerdan que «un alto porcentaje de alumnado, que ya se encontraban en una situación más vulnerable, volverá a las aulas tras haber permanecido seis meses desconectado». Para finalizar desde la FAPA recuerdan que «el retroceso educativo también conlleva unas consecuencias económicas» que, aunque no sean inmediatas «pueden ser más graves y difíciles de recuperar».

Este martes, el Ministerio ha asegurado que la ministra de Educación, Isabel Celaá, está en contacto con los consejeros autonómicos para trabajar en el diseño de un inicio de curso seguro en septiembre, en el que se confía en priorizar la presencialidad, especialmente en las etapas inferiores.

Estas mismas fuentes han asegurado a Efe que «durante todo el verano» han trabajado de manera conjunta los ministerios de Educación y de Sanidad con las comunidades y que Celaá está «en contacto» con los consejeros del ramo.

Precisamente la ministra aseguró el pasado domingo, a través de su cuenta de Twitter, que durante estas semanas, las comunidades, «en diálogo constante» con Educación y con ella misma, estaban haciendo «un incesante trabajo para diseñar una vuelta segura a las aulas». «Los centros han preparado planes siguiendo las recomendaciones sanitarias porque la escuela es insustituible», añadió.