¿A favor o en contra de los eólicos?

El debate en la Cantabria del interior con la energía eólica de por medio vive un momento álgido. Está el debate de los partidos –hay unanimidad, según se vio esta semana en el Parlamento, en impulsar el Plan Regional de Ordenación Territorial para definir las zonas que puedan producir energía, y todos menos el PRC piden frenar las licencias hasta tenerlo aprobado– y están las opiniones en cada pueblo.

A favor

Cañoneras, primer parque eólico en Cantabria. Está en Soba. Y de allí, de Herada, es el ganadero José Manuel Muñoz, de 51 años. «Si no es excesivo, si no están demasiado juntos» asegura que la instalación compensa. Que en su comarca, dice, ha supuesto un avance.

–Usted tiene cerca un parque eólico. ¿En qué le ha afectado?

–No me ha afectado en nada. Si acaso, el campo visual, pero te acostumbras a vivir con él. No ha tenido mayor relevancia. No siendo excesivo, no habiendo muchos demasiado juntos, no es algo que te afecte.

–¿Y qué le ha traído ese parque a su comarca?

–A mi comarca, más beneficios que perjuicios. Ha sido mucho dinero ingresado en el Ayuntamiento por la obra y la venta de la energía, y, con ese dinero, se están haciendo cosas importantes que antes no había medios para poder hacer.

–¿Por ejemplo?

–Las pistas rurales, por ejemplo. En muchos sitios eran intransitables y ahora hay accesos para llegar a muchos sitios. O las traídas de aguas, que eran muy precarias. O los pavimentos de los pueblos. Cosas necesarias aquí.

–En el Parlamento regional decía este lunes una diputada que el parque de Soba sólo ha generado dos empleos directos. No es mucho.

–Realmente no lo sé. Supongo que se requiera una preparación específica para el mantenimiento e igual aquí no hay personas que tengan esa preparación y se ocupan de otras cuestiones. En todo caso, igual esa diputada no valora lo que genera el parque a nivel de ayuntamiento o de juntas vecinales. Las juntas que tienen aerogenerador han crecido como la espuma porque tienen unos ingresos que antes no tenían y pueden hacer más cosas. Las que no tienen aerogenerador no tienen esos ingresos y no pueden hacer nada.

–¿Conoce los proyectos de Garma Blanca y Ribota, los que más contestación han generado?

–No los conozco en profundidad.

–Le pongo algunas de las cosas que se dicen: «Esto arruinará nuestra marca turística», «son un pelotazo», «los montes pasiegos quedarán irreconocibles», «arruinarán el modo de vida»... ¿Qué le parece?

–No sé. Son comentarios que no sé si se pueden llamar ventajistas. Otras zonas tienen parques y, como decía, los beneficios son mayores que los perjuicios. Si no es excesivo, como indicaba antes, no veo que sea algo perjudicial.

–La duda, entonces, es si resulta excesivo o no.

–Eso es. Eso tendrán que verlo en cada zona. Se habla, por ejemplo, del perjuicio para el turismo. Soba tiene cada vez más acogida turística y vienen turistas y no tienen problemas. No creo que lo fuera en otro sitio, pero lo tendrán que valorar allí.

–De lo que escucha a los políticos en sus discursos, ¿se queda con algo?

–No. Son discursos que unos dicen desde una posición y otros, desde la contraria. Si cambiasen esas posiciones serían muy distintos los discursos, como casi todo en la política.

En contra

Se vino de Madrid y montó un alojamiento rural en el barrio Ideopuerta. El negocio se llama La Kuruxa Cántabra, por la familia de lechuzas que encontró en el tejado (kuruxa es lechuza en asturiano). Los proyectos eólicos en la zona ponen, dice, en peligro su modo de vida y el de la comarca.

–Dígame qué cree que traerán a su zona los proyectos que hay ahora sobre la mesa.

–Destrozo ecológico de los montes, ruina para el sector turístico e imagino que para los ganaderos y la fauna. Nos han dado tan poca información y hay tanto desconocimiento... Como esto es el principio entiendo que destrozarían la provincia. Todo lo bonito que tiene. Yo me vine de Madrid por eso. Y me preocupa la salud de mi familia. Nos perjudica en todo, lo mires por donde lo mires.

–Una respuesta habitual: «No se puede esperar y en Cantabria a cualquier proyecto se le pone pegas». ¿Qué contesta?

–No estamos contra la energía eólica, estamos contra la energía eólica a un precio que no es lógico, el destrozo. Habrá sitios con mejores accesos y que no perjudiquen a las personas. Nosotros los vamos a tener al lado, son enormes y no te lo imaginas en la puerta de casa. Cada vez que te informas te vas asustando más.

–¿Y lo del empleo, el despoblamiento...?

–Los más perjudicados somos los que hemos invertido todo nuestro dinero y vida aquí. Vine hace 18 años y a mí esto me deja sin trabajo. No tendría dónde ir y tendría que buscar comprador para la casa, que se van a desvalorizar. Destruirán los terrenos donde pastan las vacas para hacer accesos con carreteras de cinco metros por los prados. Y perjudicará a los ganaderos. Mi casa trae turistas que comen y gastan en el pueblo y que van a dejar de venir. No nos han informado. Sólo nos han dicho que es maravilloso y que al pueblo le ha tocado la lotería. ¿Pero a quién? ¿Al alcalde?

–¿Hay mucha oposición vecinal? ¿Hasta dónde van a llegar?

–Sí. En cuanto nos enteramos, en tres días recogimos trescientas firmas. Se presentaron en el Ayuntamiento y no han respondido. Hemos pedido un pleno, hemos recaudado dinero para hacer folletos que estamos buzoneando con los trazados, los molinos... Estamos haciendo otro y hemos pedido permiso a Sanidad para una subida y para explicar por dónde va el trazado y qué se va a destrozar. Muchos vecinos no saben nada y nos llegan a decir que la factura de la luz va a ser gratis. Les explicamos que es falso, presentamos alegaciones y nos movemos con otros grupos... Todo lo que legalmente podemos.

–Si le pongo como lema 'energía eólica, pero de otro modo', ¿le sirve?

–Sí. Estoy a favor de las renovables. Cuando vine quise poner placas solares y el Ayuntamiento me dijo que igual el impacto visual era muy grande. Ahora quieren poner trece molinos. Define impacto visual.

–De lo que escucha a los políticos en sus discursos, ¿se queda con algo?

–Si te digo la verdad, no quiero escuchar demasiado porque estoy saturada y no me creo nada.