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Es una lista. Nueve nombres. Los de los primeros ayuntamientos que se han dirigido a la Delegación de Gobierno con la idea de «que realice las gestiones necesarias ante el Gobierno de España para que establezca algún tipo de ayudas extraordinarias para los que se ... han visto afectados por las lluvias torrenciales que se han sufrido durante el pasado mes, en las que se produjeron inundaciones y graves daños materiales». Lo han hecho a través de la Federación de Municipios, que se ha encargado de hacer llegar la solicitud de forma conjunta. Los nombres y la 'factura'. Sumando lo que ha presentado cada consistorio, algo más de 1,4 millones de euros en total. Pero es sólo una parte. Porque a estos nueve –Arnuero, Hazas de Cesto, Meruelo, Peñarrubia, Reocín, San Vicente de la Barquera, Santiurde de Toranzo, Valderredible y Villaescusa– se sumarán otros en los próximos días. En Santillana del Mar, por ejemplo, están finalizando los informes y en Liérganes debaten hoy en el pleno si piden la declaración de zona catastrófica, algo que harán próximamente en Piélagos.
Arnuero Caminos públicos, muros e inundaciones en el archivo municipal, entre otros. Unos 150.000 euros.
Hazas de Cesto El cierre del cementerio, viales y alcantarillado. En torno a 73.000 euros.
Meruelo Casi 65.000 euros. Destrozos en muros, escolleras, cunetas, carreteras y caminos).
Peñarrubia Daños en caminos por valor de 8.000 euros.
Reocín También caminos, 3.000 euros.
San Vicente de la Barquera Hablan de caminos, garajes y aparcamientos, pero no hay importe.
Santiurde de Toranzo Fijan los daños en más de 27.000 euros (limpieza de bordes, cunetas...).
Valderredible En cultivos y viviendas, 260.000 euros. En caminos, otros 400.000.
Villaescusa Daños en carreteras, pistas y parcelas. Se estiman unos 419.000 euros
«Nuestra intención es que se tramiten y se les dé curso lo antes posible porque los daños han sido muy cuantiosos», aseguró ayer a este periódico Pablo Diestro, presidente de la Federación de Municipios de Cantabria. Para hacerse una idea, en el listado que adjuntan, Valderredible valora los destrozos en más de 650.000 euros entre cultivos anegados y daños en caminos, entre otros efectos. «Imaginamos que nos convoquen con urgencia para decir qué pasos se van a seguir a partir de ahora», explicó Diestro.
En Delegación, por su parte, confirmaron la recepción de los documentos y también que precisamente Valderredible ya se había dirigido a ellos para solicitar una reunión en este sentido. La idea del delegado, Pablo Zuloaga, es «trasladar toda esta documentación y tratar de empujar lo máximo posible para que pueda hacerse con celeridad». Esta y la que llegue, porque animaron a los ayuntamientos que aún no han tramitado sus solicitudes a que lo hagan «para presentar todo junto».
Es el caso de Santillana del Mar. La estampa del aparcamiento inundado con sesenta coches destrozados en pleno mes de julio dio la vuelta a España. El alcalde habló entonces de la solicitud de «zona catastrófica», pero ya dijo por entonces que «todo esto lleva un plazo importante». Ayer, desde el Ayuntamiento, confirmaron que están aún trabajando «con los informes».
No son los únicos que manejan esa posibilidad. La Unión por Liérganes y Pámanes ha convocado hoy un pleno extraordinario para debatir una moción institucional destinada a solicitar también la declaración de zona catastrófica. Aseguran que el Consistorio no puede hacer frente con su «modesto» presupuesto anual de 1.800.000 euros para 2.370 habitantes a los destrozos que generaron las trombas de agua. Y también Piélagos lo llevará a su pleno municipal próximamente (en el próximo no estará porque los técnicos están también terminando sus informes para cuantificar los daños, por lo que se debatirá en el siguiente). Allí, el ayuntamiento amplió el horario de la oficina municipal destinada a ayudar a los particulares con la tramitación de las reclamaciones a los seguros.
Bareyo, Noja, Rionansa, Comillas... Hubo más municipios afectados por las tormentas. Por eso, no es descartable que la lista crezca. En nombres y en los euros de la factura que dejaron las tormentas.
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