Félix Álvarez defiende a la dirección de Cs ante la «maniobra orquestada» contra Arrimadas

Ese levantar la voz en favor de Arrimadas, la misma que le nombró líder de Ciudadanos en Cantabria el pasado mes de septiembre revirtiendo su dimisión, era uno de los objetivos de la carta abierta a la militancia que hizo pública ayer Álvarez. El otro, tratar de explicar el momento que vive su formación e insuflar ánimos a los compañeros ante «los días más difíciles que vive Ciudadanos desde que decidió dar un paso al frente en la política con la única pretensión, nada fácil e inocente, de luchar contra los nacionalismos, los populismos, la corrupción y brindar a los españoles una posibilidad centrada y liberal que regenerase la política».

Álvarez pide «calma» a la militancia ante la deriva de los últimos acontecimientos y entiende que existe una campaña dirigida contra el partido que busca «desquiciarnos y que perdamos la paciencia». Por el momento, a nivel regional, no se ha producido ningún movimiento anómalo de sus cargos públicos ni salidas como la que ha protagonizado a escala nacional el exsecretario de Organización, Fran Hervías, que ha aceptado la invitación para sumarse a las filas del PP.

«No nos quieren en el tablero político de este país porque sólo Ciudadanos es capaz de actuar por encima de los intereses personales, por el bien de España, y no pueden permitir que les señalemos sus miserias y corruptelas», ha indicado Álvarez, que no niega los errores «de estrategia, comunicativos y tácticas» que ha podido tener la formación en el episodio de Murcia, pero también que los naranjas no han cometido delitos -en referencia a la corrupción del PP en ese territorio o a la del PSOE en Andalucía- y «jamás hemos usado prácticas mafiosas para conseguir el poder». Porque, como entienden y se han esforzado en explicar durante todo el fin de semana los cuadros naranjas a través de redes sociales, el acuerdo del Partido Popular con los tránsfugas de su partido que pueden mantener en la presidencia a López Miras esconde «movimientos oscuros».

Cs Cantabria defiende que el proyecto de la formación y su necesidad para cambiar la política sigue vigente: «Queríamos, y seguimos queriendo, cambiar España. Ahora más que nunca necesitamos toda nuestra fuerza y empeño para mantener viva la llama de nuestro proyecto». Álvarez no dejó pasar la oportunidad de recordar que existe una «maniobra orquestada desde fuera (en referencia al PP en su intento de reunificar al centro-derecha) con la traición interna de algunos que ya conocéis (el propio Hervías) contra Arrimadas».

La dirección regional cree que «Inés no se merece esta quema pública en una pira en la plaza del pueblo para regocijo de sus rivales. Nadie ha demostrado en este país la valentía y el coraje del que ha hecho gala Inés». En este sentido, Madrid ha aceptado la petición de Cs Cantabria para que Álvarez esté hoy presente en el Comité Ejecutivo que tendrá lugar en la sede nacional.

El terremoto político nacional, por el momento, sólo tiene pequeñas réplicas en Cantabria, donde Cs sí ha sabido jugar ese papel de partido bisagra -pactar a izquierda y derecha- en el ámbito municipal. Tan solo ha vuelto a poner de manifiesto la posibilidad hoy remota de una moción de censura en Santander dado que, como recuerda el concejal naranja Javier Ceruti, su socia Gema Igual sigue sin cumplir muchos de los acuerdos del pacto de Gobierno. Ceruti insiste en que cualquier decisión no depende de él, ya que tiene que tomarla el partido en Madrid.