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CELEDONIO
El fenómeno de las gasolineras 'low cost' se resiste en Cantabria

El fenómeno de las gasolineras 'low cost' se resiste en Cantabria

Hace una década, el 13% de las estaciones de servicio era sin marca y tenía precios significativamente más bajos que la competencia, mientras que ahora representan el 17%, con 25 de los 141 puntos de recarga de la región

Ana Gil Zaratiegui

Santander

Miércoles, 28 de julio 2021, 07:25

Cada vez es más habitual encontrar grandes carteles en las carreteras españolas con precios de combustible más que apetecibles como reclamo en un momento en el que llenar un depósito de cincuenta litros cuesta unos 70 euros, doce más que hace justo un año.

El fenómeno de las estaciones de servicio 'low cost' —a bajo coste— ya es una realidad en España con un incremento progresivo desde que comenzó su afloramiento allá por el año 2010. Incluso en algunas comunidades, la guerra de precios ha abocado a muchos negocios tradicionales al cierre. Pero, ¿realmente ha explotado este fenómeno en Cantabria? La respuesta es que no. La región se resiste a la llegada masiva de cadenas a bajo coste gracias a sus tradicionales «precios competitivos»: «Esto solo pasa en tres lugares de España, que son Cantabria, Cataluña y Murcia, donde históricamente los precios han sido sustancialmente más bajos que en el resto del país —sin contar con Canarias—», explica Jorge de Benito, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees).

Y así lo muestran los datos. Hace una década, solo 17 de las 130 estaciones de servicio de Cantabria eran de precio bajo (poco más del 13%), todas ellas sin marca. En la actualidad, el número no ha variado demasiado, ya que 25 de los 141 establecimientos pueden considerarse 'low cost', la mayoría de ellos sin marca o de marca blanca, lo que representa el 17% del total.

La diferencia entre llenar un depósito en la gasolinera más barata de Cantabria y en la más cara puede llegar hasta los 13 euros. Completar un depósito de 50 litros con la gasolina 98 más barata de Cantabria puede rondar los 68'95 euros (1,379 €/l), mientras que si se utiliza la más cara, el precio puede dispararse hasta los 81,95 euros(1,639 €/l), según los últimos precios actualizados—variables de un día a otro— del Ministerio para la Transición ecológica y el Reto Demográfico.

Los establecimientos con carburante a bajo coste que han abierto en Cantabria en la última década «están en sitios muy poco competitivos» y «no se instalan en lugares estratégicos para robarles cuota de mercado a los negocios tradicionales», como ha ocurrido en otras comunidades, recalca el presidente del Ceees. Además, Cantabria también cuenta con una coyuntura especial respecto a la propiedad de las gasolineras, y es que «entre el 80 y el 85%» de los establecimientos está en manos de particulares y no de grandes empresas, mientras que la media del país «rondará el 55 o 60%. Otra de las ventajas añadidas de la región es la situación geográfica, ya que, según apunta de Benito, Cantabria ha tenido siempre precios «muy buenos» por contar con puerto de mar, lo que facilitó que la región fuera «uno de los primeros lugares» de España en los que se comenzó a vender carburantes de operadores y no de «petroleras al uso».

Gasolineras sin personal

De Benito diferencia entre establecimientos 'low cost' y sin personal, ya que «muchas veces se asocia una cosa con la otra y no tiene por que ser así». De hecho, en Cantabria la mayoría de las 17 gasolineras de bajo coste cuenta con atención al público y solo hay tres estaciones sin personal en la región (hace diez años no había ninguna).

El factor «fundamental» para rebajar los precios al mínimo en las estaciones de servicio 'low cost' consiste en «que no tenga trabajadores», ya que este supone el mayor gasto de explotación de las gasolineras. De Benito estima que los trabajadores suponen entre 6 y 10 céntimos por litro de gasolina vendido.

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