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La Feria Nacional Apícola ha regresado a Torrelavega después del parón de la pandemia y lo ha hecho con fuerza. El sector sigue creciendo ... pese a las dificultades que atraviesa por el incremento de los costes de producción, la sequía y los ataques de la avispa asiática. Miles de personas se dieron cita este sábado en el Mercado Nacional de Ganados para asistir a la primera jornada del popular certamen, que concluirá este domingo, a las 15.00 horas, y reúne a cerca de 70 expositores de cinco países europeos (España, Francia, Portugal, Polonia y Finlandia).
La cita, que alcanza su decimosegunda edición, está organizada por la Asociación Montañesa de Apicultores y cuenta con la colaboración, entre otros, del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Torrelavega. El acceso es libre y gratuito, y el programa incluye diversas actividades complementarias: ciclo de conferencias técnicas, demostraciones de maquinaria y productos novedosos, actividades para niños, concurso de postres, degustaciones de miel, zona de furgonetas de comida rápida (food truck) y un taller de costura.
Según los organizadores, los motivos para continuar con este encuentro anual no han hecho más que crecer: la climatología es cada vez más extrema y los costes de producción se incrementan, mientras el apicultor recibe por sus productos un precio que a veces es arrastrado a la baja por un mercado globalizado que ofrece mieles de importación de menor calidad y una procedencia «difícil de averiguar».
Ante esta situación, el sector apuesta por «la diferenciación y la diversificación» de sus producciones, así como el recorte de los costes y la puesta en valor del «servicio medioambiental» que presta. El intercambio de información y conocimientos es una de las claves de esta destacada cita anual, en la que se intenta hacer un diagnóstico de la situación «real» del sector.
Mari Mar Merino, nueva presidenta de la Asociación Montañesa de Apicultores, recordaba en el acto de inauguración la importancia del ciclo de charlas técnicas, en las que intervienen relevantes especialistas europeos en una carpa que puede acoger hasta 500 personas. «Se habla de la problemática de la sequía, sobre todo este año. Las mieladas son mucho más pequeñas y los costes se han disparado, sobre todo los azúcares que tenemos que dar a las abejas para que puedan seguir viviendo. En Cantabria nunca hemos tenido temperaturas tan altas», explicó. «Después del parón de la pandemia -añadió-, había muchas ganas de feria y ha venido gente incluso de Finlandia. Se podría decir que esta feria de Torrelavega es la mejor de España y también queremos ser un referente en Europa».
Uno de los expositores, el joven Sergio Díez, de Riaño (León), comentaba como había sido su primera temporada al frente de su negocio (La Abiejina del Monte): «Tal y como está el panorama, no nos podemos quejar. La primera cosecha, a finales de junio y principios de julio, fue bastante buena, aunque se notó una bajada en la producción. La segunda campaña, a finales de septiembre, ha sido muy mala porque en agosto no llovió nada y si no hay floración no hay mielada. Algunos robles se secaron».
Otro joven productor, Mario Pérez, de Felechosa (Asturias), emplea otro método para luchar contra la sequía y la avispa asiática: «Hacemos trashumancia en apenas 50 kilómetros. En la primera cosecha, la de primavera, buscamos la floración del eucalipto cerca de la costa. En la segunda llevamos las abejas al castaño, más al interior, de mediados de junio a mediados de julio. Es una floración muy potente. Y después subimos hacia el puerto de San Isidro, a partir de 1.500 metros de altura, y allí conseguimos la emblemática miel de brezo». «Transportamos las colmenas en nuestros vehículos, de noche. Es un método que nos ha permitido tener un año bastante decente, porque si no llueve en tu valle estás sentenciado. También sirve contra la avispa asiática, porque su presión en la zona baja es insoportable en verano y en altura apenas aparecen», señaló.
La Feria Nacional Apícola cuenta con respaldo institucional. El alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, destacó en la inauguración que el certamen tiene un importante nivel «técnico y académico», y agradeció el esfuerzo de los organizadores y el apoyo de la Consejería de Desarrollo Rural a este tipo de iniciativas. El consejero, Guillermo Blanco, recordó que en Cantabria hay más de 600 productores y resaltó la importancia de las abejas en la polinización y el valor de la miel en la alimentación.
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Ana del Castillo
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