Los feriantes cántabros llevan su protesta a Madrid

Los feriantes cántabros llevaron este miércoles a Madrid su protesta de las últimas semanas: quieren ayudas económicas y, sobre todo, que les dejen trabajar después del parón de la pandemia. Lo hicieron junto a miles de personas procedentes de todo el país -unas 10.000, según los organizadores-, que lanzaron un SOS a las Administraciones públicas para que el sector deje de estar en un «limbo» que impide la apertura de los recintos feriales en las fiestas populares.

Los afectados recuerdan que el Real Decreto-Ley 21/2020, de 9 de junio, establece en su artículo 14 que, a partir de la finalización del estado de alarma, «se podrán reiniciar las actividades recreativas y espectáculos públicos, siendo las Administraciones competentes las que deben asegurar que se realizan cumpliendo con las normas de aforo, desinfección, prevención y acondicionamiento que éstas determinen». Sin embargo, denuncian que las autoridades están cancelando las fiestas «sin previo aviso» al sector, al que pertenecen 30.000 familias de todo el país que, en su mayoría, están en una situación muy precaria porque no han podido trabajar desde que concluyó la temporada anterior, el pasado mes de octubre.

Diego Nieto, de Suances, mostró su satisfacción por la «alta participación» de los feriantes cántabros en la movilización, que se centró en «pedir que nos dejen trabajar con las correspondientes medidas de seguridad». Nieto dijo que las propias administraciones se contradicen: «El Gobierno de Cantabria nos deja trabajar a partir del 8 de julio, pero los ayuntamientos suspenden las fiestas y ni siquiera dejan que nos instalemos».

«Abren las discotecas, los cines, los teatros...», explica; «todo el mundo empieza a funcionar, pero a nosotros no nos dan oportunidades. Yo soy la tercera generación de feriantes en mi familia y nunca nos había pasado esto. Siempre hemos trabajado con los mismos ayuntamientos, pagando las correspondientes tasas e impuestos por la ocupación del espacio público, y ahora se han olvidado de nosotros».

Ana Roiz, natural de Tanos (Torrelavega) y residente en Valencia, también acudió a la cita y lo hizo portando la bandera de Cantabria con el lema de la manifestación: 'SOS, la feria se muere'. «Están trabajando todos los sectores menos el nuestro. Seguimos en cese de actividad hasta el 30 de junio y luego no sabemos. Estamos en un limbo y nadie nos ayuda», afirma. Ella es de los feriantes que no trabaja desde la temporada pasada: «Hay gente que ha hecho algo en invierno, como Navidad y Carnavales, pero yo no hago nada desde octubre. Íbamos a empezar en Semana Santa», relata Roiz, «y ya ves lo que pasó. Nos sentimos discriminados, olvidados en plena temporada, y si esta protesta no surte efecto sacaremos los camiones a la calle como hacen los agricultores».