«El ferrocarril puede ayudar a frenar el cambio climático»

-¿Qué supuso para la población la construcción de una línea que uniese Cantabria con Asturias?

-Muchísimo. Poblaciones como Torrelavega y Cabezón de la Sal adquirieron relevancia y nos comunicó con Asturias, algo muy significativo en una época en la que los transportes eran escasos. También dinamizó y enriqueció la economía, ya que empresas como Solvay se instalaron aquí por la buena comunicación. Fue un despegue para muchos negocios que se servían del ferrocarril, como la Azucarera- después La Lechera- de Torrelavega o las cerámicas de Ibero Tanagra.

-¿Cómo recuerda sus tardes en el depósito de locomotoras del ferrocarril en los años 60 ?

-Esa experiencia ha sido clave en mi vida. Estudiaba Medicina por las mañanas para quedarme todas las tardes metido en los depósitos, sobre todo en la línea Santander-Bilbao. Lo recuerdo con mucho cariño porque allí aprendí todo lo que sé ahora. Dediqué mucho tiempo a mi carrera profesional porque me pilló la época en la que las placas se hacían en cubetas y no había ni ecografías. Con el cambio tecnológico tuve que estudiar una barbaridad para ponerme al día y eso ocupó mucho de mi tiempo que no dediqué al ferrocarril.

-¿Qué significa para usted condensar toda la historia del Ferrocarril del Cantábrico?

-Dejar un legado para la posteridad para generaciones venideras. Muchos ferroviarios de la época ya no viven y si no se recopilan, esos testimonios se pierden. O eres una persona muy forofa o no escribes un libro como este. Son muchos viajes y tardes en el archivo general buscando documentos, han sido cuatro años intensos de dedicación y trabajo.

-En su libro destaca que la infraestructura todavía es deficitaria, ¿se está dejando atrás la modernización de los cercanías en favor de la alta velocidad?

- Desde luego. El ferrocarril convencional está muy abandonado. Es una barbaridad lo que tenemos en este país. Por ejemplo, la línea de Santander a Reinosa tiene muy mal servicio. La alta velocidad no es rentable y el mantenimiento es muy caro, pero España es uno de los países europeos con más kilómetros de esta. El ferrocarril puede ayudar a frenar el cambio climático. Ecológicamente es lo mejor porque no contamina y es una buenísima opción. En Europa lo están potenciando muchísimo, pero aquí estamos a la cola. Podríamos ser referentes, pero vende más la alta velocidad porque sale en el periódico y tiene más visibilidad.

-¿Cree que el transporte de viajeros de cercanías podría desaparecer como ocurrió con los tranvías en los años setenta ?

-Aquí es impensable que quiten trenes como el de Cabezón de la Sal, Torrelavega o Solares, pero líneas como la de Santander-Oviedo desparecerán. Necesitamos invertir para tener trenes de calidad, sin retrasos y que no dejen tirados al usuario que tiene que llegar al trabajo puntual.

-¿Qué opina de que se haya incluido la recuperación del túnel de La Engaña para usos turísticos en el plan que Cantabria presenta al Gobierno central para la captación de fondos europeos de compensación por el covid?

-Sería un entorno turístico de interés y así se conservaría el patrimonio. Ese túnel no vale para ferroviario ni para carretera, así que me parece bien que tras todo el esfuerzo intenten sacarle rentabilidad a largo plazo, este tipo de turismo está muy en auge.