Ferrovial vende a Portobello su área de Servicios, en la que figura Smart Hospital

La venta no ha sido algo improvisado. Según informaban este jueves medios económicos, como resultado de una revisión estratégica de sus negocios -encaminada a centrar el futuro de la compañía en las infraestructuras- Ferrovial clasificó como «disponible para la venta» todas sus operaciones de Servicios ya en el año 2018. En una comunicación al mercado, la compañía explicó ayer que el valor de la empresa vendida asciende a 186 millones de euros aproximadamente, incluyendo capital y deuda, un importe al que se suman otros 50 millones de euros que la compañía recibirá por otros conceptos variables. La suma de ambos conceptos -236 millones- es, en todo caso, una cifra estimada, sujeta todavía a precisión. El acuerdo prevé además que Ferrovial adquiera el 24,99% del capital de la sociedad compradora por unos 20 millones de euros. Portobello Capital, por su parte, defiende que esta compra tiene como objetivo consolidar la posición de Ferrovial Servicios en la prestación de 'facility management' y otros servicios de infraestructuras en España para apoyar a la compañía durante la siguiente fase de crecimiento.

La entrega de las Tres Torres a la Gerencia de Valdecilla en mayo de 2015 puso fin a quince años y medio de obras en el hospital y a un difícil camino aparentemente interminable que el Ejecutivo entonces en manos del PP resolvió a través del contrato con Ferrovial Servicios y SIEC. «Se abre un futuro cierto» para este hospital «llamado a jugar un papel protagonista en la sanidad española», destacó ese día Ignacio Diego, por entonces presidente. A su lado estaba la consejera de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga (hoy presidenta de los populares cántabros) o el gerente de Valdecilla, César Pascual (hoy diputado del PP y responsable del área sanitaria desde la oposición). Todos ellos participaron del encuentro celebrado en la primera planta de las nuevas instalaciones con los máximos responsables de Smart Hospital Cantabria, Miguel Prieto, Alfonso Delgado y Juan de Miguel.

El contrato supuso -según figura en la propia web de SHC- que asumían por «veinte años y con precio fijo el ciclo de vida del edificio construido y la prestación de doce servicios no clínicos y cuatro explotaciones comerciales, con el siguiente alcance físico: Edificio de las Tres Torres, 2 de Noviembre (Torre A), pabellones, Valdecilla Sur (consultas) y Hospital de Liencres». Limpieza, seguridad, gestión de residuos, restauración, viales y jardines, almacenes... De todo eso se ocupa Smart Hospital.

Pero el contrato acabó siendo durante los años siguientes uno de los elementos claves de la batalla política regional. Sobre todo, entre populares, que apostaron por esa idea de colaboración público-privada para acabar la obra de Valdecilla externalizando servicios, y socialistas, que hablaron en numerosas ocasiones de una privatización encubierta. De hecho, el PSOE llegó a denunciar ante la Justicia ese contrato, un proceso que acabó con una sentencia desfavorable para los socialistas -y que también supuso una importante herida económica para el partido al tener que asumir las costas-.