El visto bueno de la plantilla al convenio desconvoca la huelga en el vertedero de Meruelo

La plantilla de la planta de residuos sólidos de Meruelo, TIR Cantabria, ha ratificado por unanimidad el principio de acuerdo alcanzado en la madrugada del domingo entre el comité de huelga y la empresa y ha desconvocado las jornadas de huelga previstas que, a partir del día 19, iba a ser indefinida.

El preacuerdo recoge varias mejoras en el convenio colectivo para cuatro años, según ha informado Comisiones Obreras de Cantabria, entre las que destacan una subida salarial del 2,3% para 2019 (el aumento se producirá desde principios de año) y luego se incrementará cada año hasta 2022 incluido en un 2% adicional. Habrá equiparación de categoría para quienes realizan las mismas funciones: esta parte del pacto afectará principalmente a las mujeres que, para el sindicato, «verán aumentar considerablemente sus salarios». También establece la reducción en 26 horas de la jornada anual para los operarios de gestión de residuos.

Además, se ha incluido en el documento la eliminación de las jornadas de los sábados por la tarde para quienes realizan tareas de selección de residuos en la planta y la transformación de un complemento de productividad en una tercera paga extraordinaria, que hasta ahora venía gratificando como si fuera un premio sólo a una parte de la plantilla. Este punto será efectivo totalmente a partir de 2022.

Otras mejoras serán el incremento de las percepciones salariales al 100% en caso de bajas médicas provocadas por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales así como para el caso de las bajas que requieran de hospitalización. Ambos casos sin detrimento del cobro proporcional de las pagas extraordinarias.

La Federación de Construcción y Servicios de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha calificado de «un buen acuerdo» el documento firmado. Aunque, para Jesús de Cos, secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO en Cantabria, «no tiene mucho mérito, porque se partía de muy atrás», algo que le cuesta entender porque la actividad es una concesión de la Administración regional a una empresa, en este caso Urbaser. «Todas las horas y el trabajo invertido han merecido la pena. El personal arrastraba unas pésimas condiciones laborales, con discriminaciones y desigualdades inaceptables». Es probable que el nuevo documento regulatorio de la relación laboral se firme la próxima semana.