El 'First Dates' de Cantabria

Era diciembre. Hacía malísimo y el protagonista de esta primera historia, que por aquel entonces tenía 36 inviernos, conducía hacia el Parque de las Llamas arrepintiéndose de haberse apuntado en una web de citas. «¡Qué necesidad!», se repetía pensando en lo bien que estaría en casa, con unos calcetines gordos, tocando la guitarra. Salir de la zona de confort cuando uno ya peina canas y tiene muchas rarezas, que además lleva con orgullo, no es fácil. Requiere romper con la monotonía y resucitar esos nervios que hacen soltar simplezas en la primera cita. Sobre todo si es a ciegas.

A pesar de haber estado esperando un tiempo a que llegara ese día, Esteban tenía dudas de que fuera a funcionar. No podía ser tan sencillo encontrar a tu media naranja simplemente rellenando un breve cuestionario. Cuando entró al restaurante en el que le habían citado, una mujer de la empresa 'Velada Singles', la aplicación a la que mandó dos fotos -una de carnet y otra de cuerpo entero- y una buena parrafada sobre sus gustos y aficiones, «me explicó cómo iba a ser la velada, me tranquilizó mucho, me dijo que habían encontrado a una persona compatible conmigo y me acompañó hasta una mesa donde tenía que esperar a que llegara mi cita», cuenta Esteban, recordando que aquel día estaba «hecho un flan». «No suelo alternar y cuando lo hago me recojo pronto. Tenía claro que no encontraría una pareja de noche», apunta.

Entonces llegó Paula y a Esteban -«aunque suene cursi y romántico», dice- se le paró el mundo. «Me gustó mucho físicamente. Era sencilla, sonriente y muy amable. Hablamos largo y tendido, congeniamos muy bien y, aunque la empleada de 'Velada Singles' nos traía tarjetas con preguntas para romper el hielo y que la conversación fluyera, nosotros ya lo habíamos hablado todo», prosigue. Hoy, casi cinco años después de aquella cita que pintaba horrible, están felizmente casados. «Y no solo eso, hemos atravesado momentos difíciles juntos, como la pandemia o el fallecimiento de mi padre, y aquí seguimos, el uno al lado del otro. Paula es un ángel».

'Velada Singles' nació en 2019 con el impulso del programa Coworking del Ayuntamiento de Santander y hoy en día tiene su sede en las instalaciones del Centro de Iniciativas Empresariales (CIE). En sus comienzos, los encuentros se realizaban en un único restaurante de la capital cántabra, reuniendo al mismo tiempo a 7-8 parejas en un formato similar al programa de primetime 'First Dates', pero ha ido amoldándose a las exigencias y disponibilidad de sus usuarios y ya tiene 25 restaurantes asociados en Cantabria, como el Passarola (Santander), el Phantom (Santander), La Villa (Castro Urdiales), La toba (Maliaño) o el Bar Avenida (Torrelavega), entre muchos otros. La proyección de futuro es tal que esperan poder ampliar el negocio, a partir de marzo, también en Asturias y Bilbao.

Segundas oportunidades

Elena tenía 70 años cuando conoció a José Antonio. Ambos estaban viudos. Al margen de esa circunstancia vital no tenían muchas más cosas en común. Ella es una 'guindilla', una mujer todoterreno, difícil de seguir, y él no presumía precisamente de ser una persona muy activa. «Nunca había viajado y su mundo era su casa. Pero nos conocimos y vi que era una persona excelente, agradable y muy educada», cuenta Elena recordando los codazos cómplices que se dio con una amiga cuando decidieron presentarse en la cita doble a ciegas. La suya cuajó con José Antonio. La de su amiga no.

David, de 45 años, es un usuario activo en 'Velada singles'. Ya no le sirven los dedos de las manos para contar las citas o intentos que ha tenido. «Con una de ellas llegué a tener 15 encuentros pero al final no funcionó», lamenta. Prefiere no ofrecer su apellido porque dice que en su zona, que tampoco revela, le conocen mucho. Lo que sí menciona es lo difícil que es encontrar a alguien compatible «a nuestra edad». «He conocido chicas maravillosas, que aún hoy seguimos manteniendo una amistad, pero cada uno tiene sus líneas rojas y es complicado ceder, como el tema de tener hijos», explica David, recordando como si hubiese sido un sueño algunas de las mujeres con las que tuvo citas. «Conocí a una médico, una chica estupenda, pero se pasaba el día haciendo viajes intercontinentales que yo, con mis circunstancias, no me puedo permitir. Otra era abogada, una trabajaba en una multinacional en Madrid...», enumera para hacer un silencio, reír, y acabar diciendo que también se topó con una «terraplanista»: «Era una chica agradable, muy simpática, pero acabó diciendo cosas extrañas, como que Pedro Sánchez era un muñeco y no existe o que la tragedia de Valencia estaba orquestada, que fue la gente con poder la que provocó la riada».

Patricia, otra usuaria de la aplicación, no encontró a su príncipe azul en la primera cita. Más bien le salió rana, pero en el segundo encuentro, con otro hombre, surgieron chiribitas. «Era un poco escéptica acerca de encontrar pareja mediante una app o página web, pero tuve una primera velada muy agradable y me animé a una segunda. Mi segundo 'match' fue todo un acierto, es una persona maravillosa que realmente encaja conmigo. Llevamos juntos más de un año que se ha pasado volando y siempre estaré agradecida a 'Velada Singles' por hacer posible que nuestros caminos se encontrasen».

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