La fiscal concluye que hubo un «auténtico juego de trileros» en el caso de la estafa a un ganadero

La representante del Ministerio Público aseguró que los hermanos que regentan la ganadería de Logroño, los dos compradores, «no solo son responsables del pago de las dos novillas del denunciante que recibieron finalmente, sino de las diez, después de que otro acusado y un testigo declararan que se quedaron con cinco y una novilla, respectivamente, porque estaban pendientes de cobrar una deuda de los hermanos de Logroño».

Para la fiscal la actuación de los cuatro acusados es un «auténtico delito de estafa». «La víctima es una persona inocente y ajena a todo esto, porque las relaciones comerciales pagadas o impagadas es un tema que tienen entre ellos. En ningún caso puede salpicar a un tercero de buena fe. Encima han pasado cinco años y ninguno de los acusados ha procedido al pago de las novillas en busca de un atenuante de reparación del daño».

Así, la acusación pública entiende que hubo un «nido de despropósito» y que «la existencia de un este grupo, más o menos organizado, consigue dañar al denunciante y a su sobrina, que estaba en el momento de la venta de las reses».

Precisamente, tanto el denunciante como su sobrina prestaron declaración ayer, en calidad de testigos. El primero contó que cuando dos de los cuatro acusados hicieron el trato con él «sólo dijeron que llevaban las novillas a la feria de Torrelavega». «En ningún momento hablé ni supe nada de los dos hermanos que tienen la ganadería en Logroño (los que emitieron la factura y los dos pagarés que el vendedor no llegó a cobrar nunca)».

El mismo día que se llevaron las novillas, el denunciante recibió la factura y los dos pagarés de manos de otro acusado, el intermediario de la operación, «pero cuando fuimos a cobrarlos nos los devolvieron impagados y encima tuvimos que pagar una comisión de 107,19 euros por cada uno». «Confié en ellos y no me han pagado nada ni me han dado nada a cambio», lamentó.

Después declaró otro ganadero, que conocía al denunciante, y que reconoció haber comprado dos esas diez novillas a uno de los acusados (dice que pagó 1.000 euros) y, posteriormente, otras cinco a otro de los procesados (por 1.500 euros). «A los señores de La Rioja no les conozco».

Por su parte, el letrado de los ganaderos de Logroño anunció que sus clientes están dispuestos a pagar 952 euros por las dos novillas que recibieron. No obstante, aseguró que sus patrocinados son «víctimas de un incumplimiento contractual», ya que el trato era «mandar las diez novillas a Logroño». «Los que se han lucrado son los otros dos acusados, que son los que se han embolsado dinero, como han reconocido». Frente a esto, los abogados de los otros dos encausados señalaron que «no hay previa maquinación» y que es «una cuestión meramente civil».