La fiscal: «Eva no pudo cumplir un año porque su padre la asesinó»

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Abel Verano

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Durante su intervención en el apartado de cuestiones previas, la fiscal se ha hecho eco de diversas conversaciones de WhatsApp entre el acusado y su pareja. «Se refería a ella con expresiones de odio e insultos, como escoria, mongólica, veneno asqueroso, puta basura y bicho, sinvergüenza o retrasada», entre otros, que reflejan «desprecio» a ojos de la fiscal, a lo que se suma que «hacía su vida» en el sofá del salón o en el que había en la terraza de la casa, evitando así coincidir con la pequeña, de la que se ocupaba su madre: «No quería ni mirar a la niña».

«No la quiero. La odio. Quiero verla muerta», afirmó Reñones a Eva, que en el momento del crimen tenía 40 años, en referencia a su hija. En otra ocasión le manifestó que si pudiera pedir una cosa no sería «dinero», sino que la menor «desapareciera», lo que evidencia que «nunca la quiso», sino que la odió «desde que nació». Ante esas barbaridades, la respuesta de Eva fue la siguiente: «Antes de que mates a la niña, voy yo por delante. Mátame a mí, mátame ahora».

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Según señaló ayer la representante de la Fiscalía, Eva había confesado que «sufría» por la forma en que el Reñones se refería, se relacionaba y trataba a su hija, llegando a expresar que estaba «muerta en vida» y, como señaló la fiscal, de no haber sido por la pequeña se habría «quitado la vida».

Mientras que las acusaciones particulares lamentaron la «brutalidad» del ataque del acusado, la defensa aseguró que «no hay ni una sola prueba directa que señale a Reñones». «Están intentando pintarlo como un monstruo, asesino o un psicópata. Lo que vende es el morbo».