El banco portugués, además, apunta que «está analizando el alcance» del asunto y que está «circunscrito a un grupo limitado de clientes». En concreto, a un número todavía indefinido de usuarios de banca privada que, por sus especiales condiciones económicas, gozaban de un servicio de asesoramiento personal y tenían acceso a productos 'premium'. Al parecer, a cambio de un importante desembolso, los afectados recibían la promesa de intereses que rondaban entre el 12% y el 14%, muy superiores a los del mercado, que iban cobrando de forma periódica. Una forma de proceder habitual en las estafas piramidales.
Se trata de grandes inversores, por lo que, a pesar de que los damnificados son un grupo «limitado de clientes», el montante total se dispara. «Es difícil decir en estos momentos el perjuicio total, pero la cantidad es altísima», confirman fuentes conocedoras de la investigación. A ello se suma que esta práctica, por lo que se conoce hasta ahora, se ha prolongado durante varios años.
Los clientes recibían la promesa de grandes intereses, muy superiores a los del mercado
Hasta que no concluya el proceso de recopilación de información tampoco Novo Banco se atreve a dar datos concretos, pero la compañía subraya que «desde el mismo momento en el que se tuvo conocimiento de estos hechos, puso en marcha un protocolo de investigación interna con el objetivo de esclarecer el alcance de los mismos». En este sentido, también se ha comprometido a atender «los derechos legítimos de sus clientes afectados de forma transparente, de acuerdo con la legalidad». De hecho, desde el departamento de comunicación de Novo Banco aseguran que se les está proporcionando una atención personalizada.
Tres posibles delitos
La entidad no confirma cuándo arrancó su investigación interna, en cambio sí se conoce que la investigación judicial comenzó la pasada semana. La Fiscalía informa de que fue a raíz de una denuncia de uno de los clientes afectados. A partir de ahí, las averiguaciones han sido «suficientemente relevantes» como para llevar el caso al juzgado e interponer una denuncia por tres presuntos delitos: falsedad documental continuada, estafa y administración desleal.
«Hablamos de un presunto implicado, pero no descartamos que haya más personas», detalla el Ministerio Fiscal. Las sospechas de los afectados comenzaron a convertirse en certezas a partir de diciembre, con la clausura de la oficina de Santander. Un cierre ya previsto dentro del ERE de Novo Banco, que también afectó a otras sucursales en distintas capitales de provincia y que, en principio, nada tiene que ver con este hecho.
«Cerraron hace como un mes y medio», decía este jueves la propietaria de un comercio cercano. En el local donde hasta entonces trabajaba el presunto responsable de la estafa, ubicado en los bajos del edificio del Club de Regatas, ya no queda ningún rastro de su última actividad. Se llevaron los rótulos comerciales, los cristales están pintados de blanco y tan solo se puede leer un 'Prohibido fijar carteles. Responsabilidad del anunciante'.
Novo Banco es una empresa financiera portuguesa de nueva creación. Surgió durante la crisis económica a iniciativa del regulador luso. En concreto, en verano de 2014, como resultado de la división de otra entidad, el Banco Espírito Santo, que tuvo que ser rescatado con una inyección de cerca de 5.000 millones de euros. Como ocurrió con algunas compañías españolas, los activos tóxicos se apartaron, mientras que los clientes y los depósitos entraron a formar parte de la nueva sociedad.
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