Con la flexibilidad por bandera, hay un trastero en alquiler perfecto para cada uno

Actualmente, en España hay más de un millón de metros cuadrados destinados a alquiler de trasteros. De hecho, nuestro país es el cuarto de Europa en espacios de este tipo, con un crecimiento en los últimos cinco años del 68% en cuanto a número de centros y de un 18% en lo que respecta a superficie. Estas cifras, publicadas en el Informe de 2023 de la Federación de Asociaciones Europeas de Self Storage, son acordes al incremento que también exhibe su cuota de mercado, la cual alcanzó el año pasado el 10,4%.

¿Y qué significan estos datos? Pues que este es un sector en absoluta tendencia. Y no es de extrañar dada la enorme versatilidad que define al negocio. Salvavidas para gestionar el contenido de una casa durante una mudanza o una reforma, medida de ahorro para estudiantes que viven fuera y no quieren asumir el alquiler en verano, almacén para empresas que necesitan guardar su stock, archivos o material, solución para viviendas con poco espacio, trasteros de obra minúsculos y/o propietarios amantes del por si acaso... Poco más se puede pedir a un mismo habitáculo.

En definitiva, se trata de un cubículo que es bienvenido en numerosas situaciones y circunstancias personales y profesionales y por espacios de tiempo también muy variables, por lo que en su enorme flexibilidad está, posiblemente, la razón de su éxito.

Ejemplo de ello es que normalmente las empresas dedicadas a este servicio ponen a disposición de su clientela espacios que van desde uno hasta diez metros cuadrados, con la enorme gama de posibilidades de almacenaje que esto supone. A la hora de decantarse por uno u otro, es recomendable fijarse también en su altura; empresas como Homebox apuestan por los 2,70 metros, la misma medida que tienen las habitaciones de los hogares.

Y ahora, sabiendo que uno tiene todas estas opciones a su alcance, la siguiente pregunta evidente es, ¿cómo elegir la que mejor se adapta a sus necesidades?

Y lanzamos otras pregunta para responder, ¿conoce la regla del diez a uno? Es una forma muy útil para calcular las dimensiones que le harán falta y significa que, por lo general, lo que se despliega en un espacio de diez metros cuadrados, puede guardarse en uno ¿sorprendente, verdad? Todo es cuestión de organización y un poco de creatividad.

Pero empecemos por el principio, ¿para qué quiere el trastero? Esta es la primera cuestión que debe hacerse, ya que no es lo mismo guardar la ropa de temporada que el equipo de surf durante el verano o los muebles del salón. Es decir, observe el volumen de las cosas.

Una vez lo sepa, es recomendable hacer un listado de las piezas a guardar y establecer prioridades de uso, ¿van a ser un almacenaje temporal, las utilizará con cierta periodicidad o se van a quedar ahí por si algún día el 'porsiacaso' encuentra inspiración? A partir de aquí, diseñe un sistema para ir de menos a más, al fondo lo que no se vaya a mover y a mano lo que sí.

El último paso antes de echar cuentas de metros es analizar las posibilidades de optimizar el espacio que habrá en función del peso y la cantidad de bultos. ¿Se puede desmontar algo, es mejor instalar estanterías o apilar cajas, pueden los muebles servir para guardar otras cosas?

Ahora, ya está listo para elegir el espacio que mejor se adapte a sus necesidades. Es verdad que en vacío cuesta un poco imaginar la distribución, por ello, además de la citada regla del 10 a 1, puede ayudarle también a elegir este dato: un trastero estándar en una vivienda cualquiera suele tener unos 5 metros cuadrados… ¡Y seguro que de estos ha visto muchos llenos en su vida!

En cualquier caso y volviendo a esa flexibilidad que caracteriza a este servicio, el alquiler de trasteros con Homebox permite realizar cambios de trastero gratis, adaptando el espacio a las necesidades de almacenaje de cada momento. Así que si, con el tiempo necesita más o menos metros, simplemente, cambie de trastero.

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