Secciones
Servicios
Destacamos
Los caprichos del calendario han unido dos puentes en uno, intercalando un par de días festivos a lo largo de una semana poco optimista en cuanto a ocupación. Porque el llamado 'puente de la Constitución' que normalmente mueve mucho turismo, este 2022 «ni es puente ... ni nada», con días laborables por el medio que no animan a moverse, con la economía para pocas alegrías y unas previsiones meteorológicas que tampoco empujan a mejorar las cosas. Estas serían las tres razones que están detrás de unas cifras «flojas» o «un desastre» en Cantabria, según el que las valore.
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria (AEHC) maneja unas cifras provisionales de ocupación que si se comparan con las de años pasados que estaban marcadas por la pandemia, las de este son bastante peores. En Santander, por ejemplo, los hoteles se mueven en un porcentaje de ocupación del 40%, el 50% y un máximo del 60% en los más afortunados. El año pasado, por ejemplo, superó el 80% en la capital, y eso que hubo cancelaciones por mal tiempo y por el covid. «Las previsiones son flojas en general», admite el presidente del colectivo, Francisco Agudo, que toma como referencia Santander al tener la máxima capacidad de alojamiento: «nosotros en el Santemar (Agudo es el director de este hotel), por ejemplo, nos movemos en un 60% para los nueve días. En el resto de hoteles, la media está entre el 50/55%».
Esto en la capital, porque en la región el porcentaje es más bajo todavía, según los datos recogidos por la AEHC. En Liébana, por ejemplo, se mueven en un 40-45% de ocupación para esta semana. En la zona de Castro Urdiales están a un 70% de reservas, en Isla a un 65% y en otras localidades turísticas como Santillana, Suances o Comillas solamente cuentan, a día de hoy, con un 25% de camas reservadas.
Noticia Relacionada
El representante del colectivo de hosteleros cree este puente extraño es «demasiado largo» y que las previsiones del tiempo «aparentemente» no son buenas, pero, con todo, prefiere mantenerse cauto a la hora de valorar este periodo: «es mejor ir viendo. Cuando pase esta primera parte, ver cómo se ha comportado para tener unas perspectivas más seguras de cara a la segunda parte». Conviene, por tanto, ir por partes y no tomar estos nueve días como un todo. Y así, parece que este puente de la Constitución será algo mejor que el siguiente, el de la Inmaculada. «Tenemos más reservas para este sábado que para el que viene». Pero vamos, que ese 60% en Santander «no es una cifra mala para un diciembre, pero sí lo es para ser puente. Es bastante peor que en otros puentes más normales en cuanto a duración. Porque no tienes el festivo pegado al domingo, hay días laborables por el medio, los niños tienen colegio, y todo esto afecta mucho para salir fuera, porque en realidad no se hace puente». Como muestra, en el anterior puente de noviembre la ocupación llegó al 90%. Y tampoco se están percibiendo reservas de última hora, así que calculan que esos exiguos porcentajes que manejan, obtenidos a mediados de esta semana, se mantendrán invariables. «Pero vamos a pensar en positivo, que es un puente tan largo que lo mismo cambia», indica Agudo, que fija en un «75/80%» la ocupación que hubiera sido deseable en estas fechas, por lo que mucho tendrían que cambiar las cosas para alcanzar ese techo.
Más pesimistas todavía se muestran en la Asociación de Turismo Rural de Cantabria, donde tildan de «muy flojas, un desastre» las previsiones de cara a estos puentes, que tienen claro «que no están funcionando. Porque es un puente tan grande, con tantos días, que al final no funciona como tal. No es puente, una semana entera no puede ser un puente», afirma el presidente del colectivo, Jesús Blanco. Coincide con la Asociación de Hostelería al valorar este primer fin de semana como el menos malo, «hay cierta ocupación, pero sin tocar campanas ni grandes ilusiones». Y afina el dato para este par de días: un 48,37% de ocupación es el que se espera para el sábado y el domingo en los alojamientos de turismo rural de la región. En los días siguientes hay «reservas aisladas de días sueltos a lo largo de la semana». Puede que varíe ese porcentaje con el paso de las jornadas, «es un dato fiable pero no definitivo», puntualiza Blanco, que sin embargo tiene muy clara su calificación de este periodo para el sector: «un desastre de puente. El famoso puente de la Constitución y de la Inmaculada, que normalmente funciona tan bien. Pues este no».
Y es malo, reitera Blanco, por culpa de ese trío: «primero porque es muy largo, segundo porque venimos de un mes malísimo por las circunstancias económicas, y tercero porque hace mucho frío. Y encima las vacaciones de los niños no coinciden bien. Porque este es un puente muy familiar, de viajar con niños. Y si hay colegio, pues no se viaja». Señala que los apartamentos rurales y las casas que se alquilan completas para familias deberían de contar con una ocupación más alta a estas alturas, «pero andan muy mal» precisamente por esos días hábiles intercalados entre festivos. Y, aunque no maneja el dato definitivo de cara al fin de semana siguiente (el del 10-11 de diciembre), piensa Blanco que será aún peor: «este del 3-4 es algo mejor, porque la gente quiere salir ya, no lo pospone para después. No espera. Al otro ya regresa. Así que la segunda parte del supuesto macropuente será peor todavía».
La Dirección General de Tráfico (DGT) inicia este viernes su dispositivo especial por el puente de diciembre, durante el que se prevén 158.000 desplazamientos por las carreteras cántabras y 13,5 millones en toda España. El dispositivo se pone en marcha desde las 15.00 horas de este viernes hasta las 24.00 horas del domingo día 11.
Para vigilar las carreteras cántabras habrá un despliegue de hasta 180 efectivos del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, la participación del personal (hasta 57 personas) del Centro de Gestión de Tráfico Noroeste-Cantábrico, con sede en La Coruña, y la colaboración de las policías locales. Además, el helicóptero Pegasus vigilará las carreteras cántabras. El jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, ha apuntado que las zonas en las que se espera una mayor presencia de vehículos en Cantabria son el entronque entre las autovías A-8 y la A-67, en las proximidades de Torrelavega, y la A-8, sobre todo en la parte limítrofe con el País Vasco.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.