La flota cántabra permanece amarrada hasta el lunes por la borrasca Patricia

En Santoña, la flota ya echó el ancla en el puerto a principios de semana y las tripulaciones confían en echarse a la mar de nuevo ya avanzado el sábado o ya el domingo para retomar la costera del bonito. El patrón mayor de la Cofradía Virgen del Puerto, Miguel Fernández, ha reconocido que este parón por mal tiempo «interrumpe» el ritmo la actividad pesquera ya que «hay barcos que han tenido que volver a casa con solo dos o tres días de marea, sin poder terminarla, y ha desprogramado todo».

No obstante, ha asegurado que la flota ya se ha visto en la obligación de amarrar en agosto en campañas anteriores. «Esto es un verano propio en Cantabria. El miércoles ha habido una galerna, pero no hay que darle mayor importancia. Contamos con estos parones por mal tiempo y no hay que ponerse nerviosos». Además, ha incidido el tiempo que «vemos en tierra no tiene nada que ver con el de la mar. Para nosotros el problema no es la lluvia sino el viento por la marejada que levanta. La borrasca está pasando por la zona en la que están trabajando los barcos, que están a casi dos días de casa hacia el norte ». En el puerto santoñes 'descansan' estos días los barcos locales, dos del País Vasco y uno canario.

En cuanto al balance de la costera de bonito, Fernández ha apuntado que ya se ha sobrepasado el ecuador de la cuota total disponible. «Las capturas van en torno al 58% del TAC fijado para este año», que alcanza las 18.605 toneladas. «Nos quedan por pescar unos siete millones y pico. En cuanto capturas es una buena costera, pero el problema son los precios que, en líneas generales, se mueve por debajo de los tres euros, un importe bajo debido a que las fábricas este año no están acudiendo a comprar bonito».

La alerta amarilla por viento y grandes olas que vació las playas de la región el miércoles, provocó con una bajada de las temperaturas de hasta 8 grados en algunos puntos de la costa y levantó un viento que causó una estampida en los arenales. Esta climatología, que no está acompañando al turismo, tampoco está siendo buena para los pescadores del resto de cofradías de Cantabria, a los que ha obligado a un regreso temporal a puerto, en plena campaña del bonito. «Los boniteros están amarrados, pero se espera que ellos sí puedan volver a partir del sábado a faenar», explica Agustín Trueba, secretario de la Cofradía de Pescadores de Santander.

Las embarcaciones el miércoles ya pusieron rumbo a un lugar seguro cuando estaban faenando a unas horas de la costa cántabra. «Este amarre nos hace un pequeño roto en medio de la campaña bonitera», admite Trueba. Las capturas de bonito en el primer mes y medio han ido bien y a un ritmo alto, aunque la nota negativa es que se estaba vendiendo a precios «muy bajos» en las lonjas. Tanto la flota de cacea como la de cebo vivo han localizando los bancos de túnidos a escasas millas de la costa durante el mes de julio. Una alegría que se ha visto empañada cuando las tripulaciones llegaban a puerto y veían desplomarse los importes en las subastas. De media, este mes de julio, se han pagado los bonitos a 3 euros el kilo - e incluso algo menos - frente a los 4 euros a los que se cotizaba el pasado verano. Es un 25% menos de ingresos que, en tantos kilos de bonito, al final es una cantidad económica apreciable.

El pronóstico meteorológico para este jueves y viernes dibuja un ambiente «casi otoñal», según Aemet, con precipitaciones tormentosas, viento y temperaturas bastante más frescas de lo habitual para estas fechas, con mínimas de 15 grados en el interior.