Secciones
Servicios
Destacamos
Las ganas de echarse a la mar en busca de la apreciada anchoa se acumulan en los puertos cántabros. Los pocos barcos que han estado en danza en las últimas semanas han visto bocarte, y lo que es mejor, cerca de casa. Pero las tripulaciones ... están atadas de pies y manos. Lo pueden mirar, aunque nada de tocar. Tienen que esperar hasta la fecha oficial de arranque de la costera fijada para este próximo miércoles.
A las 00.00 horas, del 1 de marzo, las 30 embarcaciones de cerco con base en las cofradías de pescadores de Cantabria levarán anclas para largar las artes y obtener las primeras capturas. La intención es llevar el bocarte lo antes posible a tierra firme para su subasta. Los ejemplares en despacharse más rápido, a buen seguro, se cotizarán al alza.
Las expectativas para la campaña a punto de despegar «son positivas». Los números invitan al optimismo. El Total de Admisible de Capturas (TAC) para la pesquería de la anchoa este año es de 30.180 toneladas, frente a las 25.282 toneladas del ejercicio pasado. El incremento responde a dos factores. La desaparición de la multa que seguía vigente por el exceso de capturas del verdel de 2009. Y la renovación del acuerdo de Guetaria con los barcos franceses. «La sanción que arrastrábamos ya está saldada y volvemos a tener lo que es nuestro. La cantidad que recuperamos es bastante apreciable para la flota», destaca el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen del Puerto de Santoña, Miguel Fernández.
30.180 toneladas
es el Total Admisible de capturas para la pesquería de anchoa de este año
Es la primera noticia positiva. La segunda es que la situación biológica de la anchoa, según los últimos estudios científicos es «muy buena». Los niveles de biomasa registrados son los más elevados en la serie histórica tras el cierre que hubo que establecer de la pesquería entre el año 2005 y 2009.
La tercera esperanza para el sector es que parece que el bocarte se está dejando ver por las costas cántabras y vascas. «Los pocos barcos que están funcionando lo están viendo por las abras de Bermeo, Bilbao, Santoña...», dice Fernández, sin querer echar campanas al vuelo porque «la mar es una lotería y hay que ver cómo transcurre para hablar de perspectivas». En las dársenas de Cantabria cruzan los dedos para que la especie vuelva a elegir nuestro litoral como lugar preferente para emerger. Eso se tradujo el pasado año en unos números históricos, con el 60% del total de la pesca subastada en las lonjas cántabras. En las básculas se registraron en abril y mayo cifras de récord que dispararon el balance anual de las cofradías.
Esta nueva costera de la anchoa será «más sostenible que nunca» en palabras del presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria y patrón mayor de la Cofradía San Martín de Laredo, César Nates. La flota del Cantábrico se ha unido para apostar por una gestión más sostenible del caladero. Lo que se traducirá en distintas medidas que han suscrito todos por unanimidad.
Por un lado, se limitan un 20% las capturas del mes de marzo. El objetivo es que el grueso de la cuota se pueda pescar cuando los peces son de mayor tamaño, y mejorar así la calidad global de la campaña. De esta manera, durante el primer mes de costera, los barcos grandes sólo podrán subir a cubierta 8.000 kilos del total de 10.000 que podrán pescar en abril, mayo y junio. En la misma línea, se ha optado por establecer una selección de los peces. Así, aunque en el mes de marzo el grano – número de unidades por kilo – admitido era de hasta 90, se ha bajado por decisión de los pescadores hasta 60 más el 10% de tolerancia. Un criterio que ya regirá para toda la campaña de primavera.
10.000 kilos
de bocarte por barco y día en la meses de primavera y 8.000 kilos en marzo.
Otra novedad viene motivada por la prohibición del chicharro. En este caso, se trata de aumentar el porcentaje de la cuota reservada para el segundo semestre. Si hasta ahora era del 10%, ahora será del 15%. El objetivo es que aquellos barcos de cerco que no salgan a bonito, puedan tener más herramientas para defenderse a partir del 1 de julio, con el hándicap de que no podrán subir a bordo ni un kilo de jurel.
En cuanto a la principal incertidumbre, más allá del incontrolable comportamiento de la especie, se centra en el combustible. La costera arranca sin la bonificación de 20 céntimos por litro de gasóleo, que ha sido sustituida por una ayuda directa en función del tamaño (eslora) del barco, lo que no ha dejado satisfecho a todo el mundo. «Antes era más objetiva, tanto consumes, tanto llevas, ahora dependerá, a quienes naveguen menos les saldrá más a cuenta», señala Nates, que recuerda que el año pasado la flota estuvo amarrada dos semanas en el mes de marzo en protesta por el precio del gasoil.
Los puertos de Laredo, Santoña, Colindres y San Vicente recobran estos días sus constantes vitales tras varios meses de hibernación al abrigo de temporales y mares de fondo. A diferencia de lo ocurrido en los años anteriores, el grueso de los barcos de cerco ha estado amarrado hasta prácticamente hoy, víspera del arranque. El cierre de la sardina ibérica y la prohibición del chicharro han obligado a este parón forzoso. Solo contados barcos de cerco han ido a por sardina a la costa francesa - subastándola en puertos vascos – o en busca de verdel, sin encontrar ni rastro por el momento. Los que se han quedado en casa, han aprovechado para poner a punto las embarcaciones. Pintura, limpieza, engrase, recambios, reposición de piezas, arreglos de artes, instalación de nuevos equipos... Todo listo para salir a faenar.
Como viene ocurriendo desde 2019, todo apunta a que la anchoa se adelantara al verdel que, tradicionalmente, era la especie que inauguraba la temporada. Las rutinas establecidas se han desdibujado. El sector está a merced de los caprichos de una mar condicionada por el cambio climático. La campaña de caballa permanece abierta desde principios de año para la flota de cerco. «A día de hoy no han pescado ni un kilo», lamenta Fernández que no oculta su preocupación.
La flota de bajura está pendiente de que la Secretaría General de Pesca del Ministerio decrete la resolución de apertura para echarse a la mar a por esta especie. Se espera la autorización para la segunda semana de marzo. «Tengo un poco de respeto porque el año pasado fue malo para la flota de anzuelo. Vamos a esperar porque el verdel es un pez que hoy no hay nada y mañana entra de golpe, pero es una costera muy importante para el sector de artes fijas que no va a bocarte».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.