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La flota cántabra está de enhorabuena. Al aumento del 23% en la cuota de capturas de bonito del norte para 2024, que aprobó hace unas semanas la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) se suma ahora un incremento de casi el ... 10% en el cupo de la merluza. Casi once mil toneladas que tendrán asignados los pescadores de Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco para el próximo año.
Este es uno de los acuerdos que tomaron los ministros de Pesca de la Unión Europea este martes para asignar los TAC (Totales Admisibles de Capturas) y cuotas sobre 24 especies.
En el caso de la anchoa, la cuota asignada se mantiene igual respecto al año pasado, es decir, en las 33.000 toneladas, mientras que en el caso del verdel o caballa el cupo desciende un 5%, pero con las flexibilidades interanuales se mantendrá por encima de las 30.000 toneladas totales para España.
Para el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nates, estas nuevas cuotas son «buenas» para el sector, más allá de las valoraciones que hayan realizado los políticos, «porque, salvo el jurel, las pesquerías más importantes de nuestra flota de bajura en Cantabria están, según los científicos, en un stock óptimo». «Estoy satisfecho por corroborar lo que vemos los pescadores en la mar», añade.
Respecto a la bajada del cupo del verdel, Nates no está preocupado porque se trata de un «ajuste». «Creo que el año que viene vamos a tener prácticamente la misma cuota, porque lo que no se pesca en 2023 hasta el 10% se puede pasar al 2024 y va a sobrar verdel».
Para el presidente de la Federación de Cofradías el punto negro es el jurel del norte (el chicharro), «teniendo en cuenta que el otoño ha sido duro este año para la flota de cerco».
Para el patrón mayor de la Cofradía de Santoña, Miguel Fernández, prácticamente «se mantienen las cuotas del último año, una circunstancia que, en su opinión, es positiva». «Mientras no perdamos nos damos por contentos. Yo estoy satisfecho dentro de lo que hay».
Lo que le preocupa a Fernández es el sector de artes fijas, sobre todo los que pescan verdel o sarda a anzuelo, porque el año pasado pescaron un 56%, «y llevamos tres años arrastrando esa problemática sin agotar el cupo».
Además, otro de los temores del patrón santoñés tiene que ver con los precios a los que se vende el pescado en las pescaderías. «La diferencia es muy grande respecto al precio de subasta».
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