La flota cántabra recupera la captura del jurel, pero el cupo de la caballa disminuye un 22%

La disminución del verdel, de hecho, ya se pactó el pasado octubre y respecto al jurel, los informes de los científicos constataban que su stock se está recuperando. «Nosotros a este Consejo (reunión de los Ministros de Agricultura y Pesca de los Veintisiete) ya íbamos con todo el pescado vendido y sabíamos lo que iba a pasar», reconoce el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nates. «No me he llevado ninguna sorpresa», agrega.

El reparto de las capturas acordado mantiene para los pescadores del Atlántico el TAC (Total Admisible de Capturas) de la merluza sur en 10.953 toneladas, que es una cantidad «buena» y eleva los cupos de gallo y rape. Un incremento que tendrá poca repercusión en la flota cántabra pues apenas hay barcos dedicados a estas especies. «En los últimos años la cuota de rape no hemos sido capaces ni de consumirla».

Lo que sí es un alivio para el sector de cerco de la región es que se pueda volver a capturar jurel. En las dos últimas campañas el cupo ha sido de cero, permitiéndose únicamente pesca accidental. En 2025, las embarcaciones podrán ir directos en su búsqueda. El presidente de los pescadores explica que los científicos habían contemplado una cuota de 75.000 toneladas de chicharro pero, finalmente, la Unión Europea y el Reino Unido han acordado dejarla en 65.000. «A los pescadores del Cantábrico noroeste nos interesa lo que se pueda capturar en la zona octava C y se ha fijado un cupo de 8.000 toneladas. Es algo positivo», explica Nates.

La cruz de la moneda recae en el verdel que, tal y como ya estaba pactado, sufre un recorte de un 22%. A España le corresponden 24.000 toneladas. La preocupación para 2025 es que la Unión Europea vigile que los países extracomunitarios (Noruega, Islandia, Islas Feroe y Gran Bretaña) cumplan con lo acordado y no se autoasignen sus propios cupos. Y es que se teme que la biomasa siga bajando y los científicos recomienden captura cero para 2026.

En cuanto a la costera de la anchoa, Nates señala que se fijará el próximo lunes a falta de los informes del ICES, aunque hay tranquilidad ya que las campañas científicas publicadas refrendan que la biomasa es buena. El bonito del norte, según la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), se mantendrá en 22.361 toneladas y la sardina ibérica está pendiente de negociación.