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Banderazo de salida a la costera del verdel. Cumpliendo con las previsiones, la caballa o sarda -como también se le denomina a esta especie- ha dado la cara en los puertos de Cantabria al alcanzar marzo su ecuador. Las Cofradías de Pescadores de Santoña ... y de Laredo subastaron ayer los primeros 176.600 kilos de verdel. Todo capturado por la flota de cerco. Por el momento, la de anzuelo o artes menores no ha conseguido que este pez muerda el señuelo.
Las primeras partidas de la temporada se despacharon en la lonja santoñesa a un precio medio de 1,39 euros el kilo y en la pejina a 1,26 euros. Una cotización tildada de «baja» por el patrón mayor del cabildo de Santoña, Miguel Fernández. «Al ser lo primero que entra me esperaba un precio más alto, sobre los 2 euros». Pero, en ningún caso, las ventas, que tuvieron como destino el mercado para fresco, alcanzaron esa cifra. Por las pujas más tempraneras llegaron a pagarse 1,80 euros el kilo, cayendo hasta los 1,25 euros al avanzar la jornada. «Me da la sensación de que en cuanto descarguen cantidades fuertes el precio va a bajar del euro», vaticina Fernández, dejando entrever la desilusión del sector.
Al igual que sucedió con el bocarte, los temporales han ensombrecido los primeros compases de esta costera. Ha habido que esperar a la mañana de ayer para ver a las tripulaciones desembarcar este suculento pescado en tierra firme. Por la báscula de la Cofradía de Nuestra Señora del Puerto, en Santoña, pasaron 166.800 kilos de caballa -en Laredo solo se subastaron 9.800 kilos-, descargados por un total de dieciséis cerqueros de la flota cántabra y gallega. «Lo han encontrado a la altura del abra de Bilbao y entre Castro y Santoña. Poco a poco va entrando. El martes no había nada y hoy (por ayer) ya ha habido movimiento». Aún así, remarca Fernández, «no ha entrado con fuerza y cuando lo haga, a ver si aguanta». Si el cardumen llega en masa, la flota de cerco consumirá la cuota disponible en apenas una semana de faena, como ya ocurrió la pasada campaña. El panorama se vislumbra más desalentador para el sector de anzuelo, que teme repetir la «desastrosa» costera de 2023. La cuota asignada a estos barcos ronda los 3 millones de kilos. La pasada campaña cubrieron poco más de la mitad. Y está por ver cómo se desarrolla la actual. «Los barcos que han salido no han tropezado ni un verdel y esto no me gusta nada. Afronto con mucho temor esta costera. La gente, prácticamente sin empezar, está ya desanimada», lamenta Fernández.
En cuanto a la costera del bocarte, siguen entrando ejemplares de tamaño pequeño que se venden para su consumo en fresco.
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