La flota echa el cierre al bonito

Con los barcos de regreso a puerto, las penúltimas descargas se efectuaron ayer. Principalmente en los puertos de Laredo, donde un puñado de buques alijaron en la lonja 65.000 kilos, y en el de Santoña, donde otros tres barcos llevaron 105.000 kilos. No obstante aún hoy por la mañana habrá desembarcos y subastas en ambas cofradías correspondientes a los últimos barcos en alcanzar puerto. Los pejinos calculan que serán unos 35.000 kilos y los de Santoña, otros 50.000 kilos.

En Colindres, el tercer gran puerto pesquero de la región en esta costera, no ha habido actividad ya que la flota local se encuentra amarrada desde el jueves pasado, cuando paró para celebrar la festividad de San Ginés, patrón de aquella Cofradía.

En el acumulado de los distintos puertos y con los datos expuestos más arriba, en Santoña se han subastado 1.200 toneladas de bonito desde que se abrió la costera; 750 toneladas en Laredo, y 788 en Colindres. En los demás puertos (Santander, San Vicente, Castro...) han sido 275 toneladas. A falta de que tanto la Consejería de Desarrollo Rural como el Ministerio de Pesca recaben y elaboren los datos oficiales con las últimas capturas y subastas, la cifra oficiosa es que en Cantabria se han desembarcado 3.020 toneladas, lo que representaría el 18,3% sobre el total de capturas que tenía asignado España para este año.

Ello supone una cantidad de desembarcos ligeramente inferior (unas 250 toneladas menos) a lo que se descargó el pasado año en los puertos de la región, y también inferior, pero muy levemente, ha sido el precio medio de cotización en lonja (3,50 euros el kilo este año frente a los 3,53 del anterior), pero no hay que perder de vista que venimos de la mejor costera -la de 2018 fue considerada «histórica» y de récord, con 3.274 toneladas- y que esta campaña se va a convertir en la segunda mejor en capturas de los balances contabilizados desde 2008.

Carlos Hierro, secretario de la Cofradía de San Martín pejina, lo corroboraba: «Ha sido una costera casi igual a la del pasado año, y si aquella fue muy buena, esta... parecido», y recalca, además, que las últimas mareas están llegando con pescado grande, piezas de mucho porte, algunas, dice Hierro, «saliendo de los veinte kilos», frente a los ejemplares medianos, de entre 8 y 12 kilos, que han sido lo más habitual a lo largo de la costera.

Varios patrones de la flota cántabra consideran que el recurso se halla en muy buenas condiciones por lo que abogan para el próximo año por un aumento del Total de Capturas Admisible (TAC), cuota que ya este año ha sido un 10% superior a la de la pasa campaña. También desde el sector se apunta al paulatino aumento del número de barcos que salen a faenar esta costera (buques que antes no la cubrían), en parte empujados por la cercanía del bonito, lo que indirectamente provoca que se pesque más y se agote antes el cupo.