El kilómetro de asfalto que a día de hoy comparten la Autovía del Cantábrico y la Autovía de la Meseta, pasará a la historia para dejar paso a casi tres kilómetros de carretera que permitirán desdoblar la A-67 y la A-8. El Ministerio de Transportes -antes Fomento-, asegura que todo estará listo, según los plazos estipulados cuando comenzaron los trabajos, para diciembre próximo; aunque hasta el momento se ha completado el 37% de la obra.
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Mejora del enlace de Torrelavega (6,9 millones de coste).
Contempla la ampliación de la plataforma del sentido Santander-Torrelavega hasta contemplar cuatro carriles, dos para acceso a Torrelavega, uno para el movimiento al túnel, hacia Bilbao, y el cuarto para el movimiento Santander-Oviedo.
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Enlace de Sierrapando (42 millones).
Se está trabajando en la construcción de estructuras y la ampliación de pasos inferiores y drenaje.
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Ramal de continuidad (44 millones).
Son 2,95 kilómetros entre Sierrapando y Barreda.
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Enlace de Barreda (15 millones).
Se ha completado el movimiento de tierras y la construcción de los pilares que levantarán los pasos elevados.
Las labores continúan «sin retrasos», aclaran en Madrid. Una vez expropiados los terrenos, la construcción «se está desarrollando actualmente a buen ritmo, dentro de la complejidad de las misma». La actuación precisa la construcción de 46 estructuras, 29 de nueva ejecución y 17 de ampliación de las ya existentes. Además, es obligada la modificación de múltiples servicios afectados, eléctricos, de abastecimiento y saneamiento, telefónicos y ferroviarios, estos últimos por desarrollarse la obra en las proximidades de la línea Palencia-Santander y afectar además a la línea ferroviaria de Solvay.
Cuatro grandes actuaciones
El proyecto se divide en cuatro grandes bloques. El primero, la mejora del enlace entre Barreda y la entrada a Torrelavega, por el pabellón de la Habana Vieja, presupuestado en 6,9 millones de euros. Aquí se proyecta la ampliación de la plataforma del sentido Santander-Torrelavega hasta contemplar cuatro carriles: dos para acceso a Torrelavega, uno para el movimiento al túnel, hacia Bilbao; y el cuarto para el movimiento Santander-Oviedo. «En este tramo las obras están muy avanzadas. Se ha construido la práctica totalidad de los muros necesarios y los rellenos para conformar la nueva calzada ampliada, y está únicamente a falta de firmes y obras de remate», acreditan en el Ministerio.
El segundo bloque afectaría a la remodelación del enlace que unirá Sierrapando con Polanco, por la finca de Los Soldados. Con un presupuesto muy superior, de 42 millones. La complicada orografía y los desniveles la convierten en una de las zonas más complicadas de todo el proyecto. En este caso «se está trabajando en la construcción de estructuras, y ampliación de pasos inferiores y obras de drenaje que el trazado necesita».
Tercer frente: el ramal de continuidad que supone un nuevo tramo de autovía de 2,95 kilómetros entre los enlaces de Barreda y Sierrapando, que se ejecutará con un coste de 44 millones de euros. «Se está trabajando intensamente en el movimiento de tierras y la construcción de estructuras», acreditan en Madrid. Y por último, el nuevo enlace de Barreda con el ramal propiamente dicho tiene un presupuesto cercano a los 16 millones, y a la vista de las obras que se pueden contemplar desde el acceso a Torrelavega, la parte más ardua de movimiento de tierras y construcción de pilares para estructuras está ya finalizada.
Muchos días el polvo levantado en las labores forma una cortina tan densa que complica la visión de las dimensiones del proyecto. Un plan que contempla la construcción de 46 estructuras, 29 de ellas completamente nuevas. Puentes, túneles y otros accesos.
Si no hay contratiempos, y una vez se ha ejecutado ya el 37% de la infraestructura, todo apunta, según confirman fuentes del Ministerio, a que estaría finalizado para finales de este año.
Los trabajos sufrieron retrasos en el inicio, cuando hubo problemas con las expropiaciones, que frenaron algunas acciones en el arranque. También aparecieron contratiempos como el corrimiento de tierras a la altura de Barreda, que obligó al cierre total de la autovía durante cinco días el julio de 2019. Por el contrario, desde la Delegación de Gobierno apuntan que los meses de confinamiento redujeron el tráfico de forma muy importante y eso permitió avanzar mucho más rápido de lo previsto.
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