Fomento licita la construcción del enlace entre Valderredible y la A-67

¿En qué consiste la obra? El Ejecutivo quiere conectar los dos viales de entrada y salida con la N-611, de modo que ha encargado la construcción de dos glorietas a la altura de Quintanilla de las Torres. Objetivo: que la carretera nacional sirva de enlace entre la A-67 y la CA-273. Esta última, ya en Valderredible, es la vía que contornea el límite entre Cantabria y Castilla y León, pasando por localidades como San Andrés de Valdelomar, San Martín de Valdelomar, Santa María de Valverde y Villanueva de la Nía.

Esta es la entrada natural al municipio valluco desde el norte de Palencia y de toda la comarca que encabeza Aguilar de Campoo, de modo que favorecerá el acceso a todos los habitantes de la zona, además de a los visitantes interesados en llegar desde la A-67 más directamente a Valderredible. Cabe resaltar que el flujo mayoritario de vehículos que acceden a Cantabria desde la meseta lo hacen a través de la autovía, una ocupación que Fomento quiere dosificar una vez que terminen las obras en la A-73, ahora parcialmente en servicio, y que, cuando las máquinas culminen, unirá Burgos con Aguilar de Campoo.

La facilidad con que podrán acceder ahora los residentes al municipio es uno de las mejoras que más destacó ayer el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández (PRC), consultado por la llegada de «esta esperada noticia», como lo definió. El regidor aseguró que se trata de un proyecto «fundamental» tanto para los residentes del municipio como para quienes acceden desde la meseta. Tanto que, si no es por la creación de esta conexión, declaró, los visitantes «tendrían que hacer un máster para saber llegar hasta aquí».

Fernández lamentó «la mala suerte» que ha tenido el municipio tras casi una década y diferentes Gobiernos «dándonos el sí a este plan, pero que automáticamente se veían obligados a convocar elecciones». Todo ha cambiado gracias a las conversaciones que mantuvo con su compañero de filas y diputado regionalista en el Congreso, José María Mazón, «a quien pedí que incluyera la licitación entre las exigencias del PRC para votar 'sí' a Pedro Sánchez en su investidura como candidato a presidente», señala Fernández, a pesar de que el nombramiento no logró los apoyos necesarios ni siquiera en la segunda votación, el 25 de julio.

«Todo fue bien», zanjó el alcalde, antes de asegurar que «el plan ya estaba casi listo», en relación a los estudios medioambientales, el cierre de las expropiaciones -16 afectados con un coste total de 68.468 euros- y otros requerimientos ya sellados.

Como recordó el regidor, el «esperado proyecto» fue citado por primera vez en 2010 y, desde entonces, ha pasado por cuatro legislaturas distintas, hasta el momento. El anuncio del Ministerio, dirigido ahora por el ministro en funciones José Luis Ábalos, sigue a nueve años de vaivenes administrativos.

Todo empezó cuando, en 2010, el Gobierno autorizó la redacción de un estudio a la Demarcación de Carreteras de Castilla y León, que quedó olvidada. No fue hasta junio de 2016 cuando el departamento de Infraestructuras de Fomento, entonces dirigido por Íñigo de la Serna, comunicó su intención de retomar todos los tramites. La Administración aprobó esta vez el proyecto y fijó un presupuesto -también de cuatro millones- pero, de nuevo, el cambio de Ejecutivo y la falta de unos Presupuestos Generales del Estado volvieron a enterrar este plan hasta la publicación de ayer.