«Este frío se te mete en los huesos»

El temporal sumergió ayer a Cantabria en una sensación invernal que, por añadidura, causó numerosas incidencias en toda la región. Desde cortes de luz, retrasos en los trenes de Cercanías y cierres en las carreteras más afectadas por el agua tanto en estado líquido como sólido. En la A-67 se llegó a embolsar camiones en el área de servicio de La Vega, junto a Reinosa, desde media tarde por culpa de una intensa nevada hasta la madrugada. Aunque esta mañana de sábado la carretera está abierta, la DGT recomienda circular con mucha precaución.

Este sábado ha amanecido con cuatro tramos de carreteras que necesitan cadenas: La Laguna, en Polaciones (CA-281); San Glorio en la N-621; Alto Campo en La Lomba (CA-183) y en PÑiedrasluengas (CA184). En estos puntos está prohibido el paso de camiones. Por los Tornos, la DGT pide mucha precaución, y siguen cerrados totalmente los puertos de Palombera, La Sía, Estacas de Trueba y Lunada.

«Está afectando bastante, pero es lo normal en estas condiciones», confirmaron responsables de mantenimiento de carreteras de la red autonómica, la más afectada ayer. En ese mapa ater estuvieron cerrados los puertos de Lunada (CA-643), Estacas de Trueba (CA-631) y sólo estuvo permitido el paso de turismos con cadenas o neumáticos de invierno en Alto Campoo (CA-183), Piedrasluengas (CA-184), Palombera (CA-280) y Polaciones (CA-281). Por suerte no hubo ninguna incidencia reseñable en las principales vías estatales. «Tanto la A-8 como la A-67 han estado en perfectas condiciones y se ha circulado sin problemas. Eso sí, en esta última hubo que cerrarla a camiones por el riesgo de que se cruzaran y cortaran la circulación al resto de vehículos», indicó al finalizar el día Fernando Fernández, Jefe de Demarcación de Carreteras del Estado.

El operativo de prevención permanecerá activo todo el fin de semana para que no suceda lo que a los trenes;porque la circulación de la línea de FEVE Oviedo-Santander quedó interrumpida desde primera hora de la mañana entre Infiesto y Arriondas por una incidencia a causa de las condiciones meteorológicas. En la red cántabra de Cercanías el problema se produjo en el trayecto que conecta Santander y Cabezón de la Sal, a la altura de Puente San Miguel, donde se estropeó el sistema de comunicaciones y señalización. «Es algo debido a las tormentas y las bajas temperaturas», confirmaron fuentes de Renfe. El contratiempo obligó a esperar en las estaciones, e incluso a la eliminación de algunos de los trenes, «ya que si se prolonga más de 15 minutos la espera, no tiene sentido que algunos trenes operen, porque salen precisamente con esa frecuencia».

En Reinosa y Alto Campoo la nieve se recibió con buenos ojos. «Esto es oro blanco», recalcó Raquel González, dueña de la tienda Vainilla, en Reinosa. «Al final esto trae dinero en todos los sentidos. Si tenemos nieve tenemos turistas, deportistas de Alto Campoo y todo eso es riqueza porque es como se mueve dinero aquí», confirmó Ramiro González, responsable del hotel San Roque;aunque en lo alto, parece que aún hace falta más nieve para que abra la estación. «Si sigue así, casi seguro tendremos garantizado abrir el puente de la Constitución, que es la mitad de la temporada», dijo Joan Font, director de la instalación.

La lluvia también causó estragos en la región. Los pequeños accidentes de tráfico fueron numerosos. En Cabezón de la Sal, por ejemplo, un camión colisionó con un turismo y obligó a la intervención de los bomberos de la localidad para cortar el derrame de gasoil del vehículo pesado sobre el asfalto. Alguna carretera, como la CA-306, quedó cerrada al tráfico por culpa de la acumulación de balsas, y en el IES Estelas de Cantabria, en el barrio de San Mateo, de Los Corrales, volvió a repetirse la inundación.

El suministro de luz fue otro de los frentes sobre los que hubo que trabajar para resolver más incidencias, porque a las cinco de la madrugada del jueves se produjo una avería en la línea que alimenta la subestación de Urdón. «Los clientes afectados han sido 5.000 en un primer momento. Pertenecían a la comarca de Liébana», indicaron fuentes de Viesgo. «Se ha ido dando suministro por vías alternativas hasta que a las 9.45 horas estaban todos con suministro excepto unos cien de la zona de Pesaguero, a los que se ha restablecido la energía a mediodía».

En el mar, a 22 millas de la costa, las olas alcanzaron ayer alturas de hasta once metros;en los acantilados llegaron hasta los siete.

Este sábado finaliza el aviso por nevadas pero se mantiene por fenómenos costeros y lluvias, y es que el temporal aún continuará arreciando sobre Cantabria lo que queda de fin de semana.