La fruta del verano, por las nubes
Melón y sandía ·
Los productos duplican su coste respecto al año pasado por la escasez derivada de la sequía y el posterior granizoSecciones
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Melón y sandía ·
Los productos duplican su coste respecto al año pasado por la escasez derivada de la sequía y el posterior granizoPoca cantidad y a un precio elevado. La sandía y el melón se han convertido este año en un producto casi de lujo, con precios que llegan en muchos casos a los 3 euros el kilo. ¿El motivo? Las malas cosechas por la escasez de ... lluvias y las posteriores inundaciones, que han duplicado el precio de los productos más demandados de la temporada veraniega. Así lo reflejan los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la evolución del precio de melones y sandías en origen -lo que se le abona al productor- a nivel nacional. Hace un año, en julio de 2022, el precio por cada 100 kilos de sandía era de 25,50 euros. En la primera semana de este mes, esa misma tarifa alcanzó los 56,95 euros. En un solo año, se ha producido un incremento de más del doble.
Antonio Revert, al frente de la frutería El Valenciano, en el Mercado de la Esperanza de Santander, reconoce que esta subida ha sido fuerte por la escasez del producto. Aunque cree que en diez días aproximadamente los precios volverán a la normalidad. «La escasez nos ha obligado a traerlo de fuera y la sandía es más cara. El melón en nuestro caso sí es nacional, pero también hay carencia. En cuanto haya más producto se normalizará la situación». Un ejemplo: en este puesto el kilo de melón costaba 2,20 euros. Ahora, 3,80 euros. «Este es el mejor. También hay otros más baratos», apunta. Y el kilo de sandía ha subido de 1,80 euros a 2,40 euros. Eso sí, desde el mostrador Revert no percibe que las ventas sean menores. «Hay casos puntuales en los que no lo han podido comprar por las circunstancias de crisis. Pero por lo general se vende fenomenal, porque apetece mucho en verano», explica.
A escasos metros, en el mismo mercado, está la tienda Tía Vita Organic Market, un puesto de productos orgánicos, ecológicos y de kilómetro cero. La gran mayoría de su escaparate lo conforman fruta y verdura. Allí, tanto el kilo de melón como el de sandía estaban ayer a 4,40 euros. «Así es la ley de oferta y la demanda. Inevitablemente ha subido el precio porque no hay producto», cuenta Belén, una de las dependientas del negocio. Coincide con su compañero en que la clientela «no falla» por lo general. «También hay a quien les dices el precio y prefieren esperar a que baje», comenta.
Y es que la situación preocupa desde el mostrador. María José Pastor, de la frutería Pepi, también en La Esperanza, reconoce que el coste «ha subido muchísimo». Tanto, que los comerciantes compran al precio al que deberían vender. «La semana pasada casi no había melón. Aunque la gente sigue viniendo porque al que le gusta, pues lo paga. Pero hay que reconocer que está muy caro. Yo de hecho traigo poco porque me da vergüenza decir el precio del melón. Es lo que hay...», lamenta.
José María Tea es un veterano comerciante del Mercado de la Esperanza. En su frutería, que lleva su apellido, no hay sandía a la venta en estos momentos. «Es una época complicada para el melón y la sandía. Se ha estropeado todo. Hemos pasado de vender un producto garantizado a lo que se puede sacar de la tierra», expone.
La escasez de sandías y melones se explica por varios motivos. En primer lugar, las altas temperaturas que caracterizaron la época de plantación. A esto hay que sumar las fuertes precipitaciones de mayo y junio, que «echaron a perder muchas frutas». Además de las granizadas de junio y la sequía. Un cóctel que ha jugado en contra de los fruteros. «Ha venido mal tiempo y se lo ha llevado todo», añade Tea. Y compara la situación con la de la cereza. «Estaba bien. De repente hubo malas condiciones meteorológicas y se fastidió. Por lo que el precio también ha subido y todo el mundo nos pregunta por los mismo: sandía, melón y cereza», cuenta.
El comerciante confía en que la situación mejore y todo vuelva a la normalidad pronto. Ahora mismo tiene el kilo de melón a 2,98 euros. «En oferta». De la sandía, ni rastro. «Se me hace horrible pagar 3 euros el kilo, que es lo que nos cuesta. Es carísimo. La verdad que con las circunstancias económicas no estamos para pagar burradas. Preferimos invertir en otras cosas», explica.
Por eso, apuesta por otras alternativas de cara al verano. «Tenemos un melocotón maravilloso a 1,98 euros el kilo y un paraguayo súper clasificado a 2,50 euros el kilo», relata.
Sin duda, está siendo una de las campañas «más complicadas» para los comerciantes, dificultad que también padecen los clientes, que lidian con una subida generalizada de los precios en los alimentos básicos desde que comenzó la guerra de Ucrania que encarece sobremanera la lista de la compra. «Cuando no es una cosa es otra», lamenta Pilar López, una santanderina que suele comprar en el Mercado de la Esperanza. Una plaza que ayer por la mañana estaba repleta, además de por vecinos, por turistas que encontraron en sus techos un lugar donde pasar el rato hasta que la lluvia cesó. «No es que estemos viviendo el mejor verano del mundo en cuanto al tiempo. Pero sí que es cierto que tanto el melón como la sandía apetecen en esta época. Aunque no vayas a la playa. Por eso vengo a por ello. Además, si lo compro aquí -en referencia al mercado- sé que estará bueno. Me aseguro que sabrá a algo», concluye.
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