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El fin del toque de queda ya se palpa en las calles de Santander, donde las madrugadas vuelven a ser multitudinarias, más si cabe que en años anteriores a la pandemia, según se percibe en la ciudad. Anoche zonas del centro como Cañadío ... o Daoiz y Velarde estaban a reventar más allá de las tres de la madrugada, justo cuando todos los locales tienen que echar el cierre, ya que la Justicia ha impedido abrir a las discotecas. No hay ningún lugar en el que meterse ya pero la gente continúa en la calle. Había importantes aglomeraciones a esa hora, muchos sin mascarillas, y, aunque no se produjeron incidentes de relevancia, según la valoración de la Policía Nacional, sí que hubo lanzamiento de objetos -botellas- al paso de una patrulla. Fue necesaria la acción conjunta de todas las unidades que estaban de guardia -Policía Nacional y Policía Local- para desalojar y dispersar a los numerosos grupos de jóvenes que se resistían a irse a sus casas. Fue relevante la intervención de policías a caballo en Daoiz y Velarde, para disolver un enorme grupo de personas que taponaban la calle. Muchos de los identificados por la Policía eran menores de edad.
En Santander, a lo largo de la noche se han producido diversos conatos de peleas, rotura de botellas, de papeleras... La Policía ha recibido muchas llamadas de vecinos de la zona centro para comunicar estos hechos y las molestias que estaban padeciendo, «que no han llegado a más por la fuerte presencia policial», valoran en el Cuerpo Nacional de Policía.
En ningún momento, eso sí, se han producido enfrentamientos con la Policía como se han visto en otras ciudades españolas, pero ha sido necesario mantener el dispositivo hasta pasadas las cuatro de la mañana.
En Torrelavega no hubo novedades a la hora del cierre de los establecimientos, pero un incidente ocurrido a las diez menos cuarto de la noche rompió la calma en la capital del Besaya. Un joven irrumpió con unas tijeras en el recinto ferial y amenazaba con ellas a los viandantes, e incluso dijo que iba a suicidarse. Un vigilante de seguridad privada avisó a la Policía y ese joven fue identificado y trasladado a Valdecilla, donde quedó ingresado por su alto estado de excitación.
En otros puntos de Cantabria ha habido botellones importantes. La Guardia Civil ha tenido que disolver uno en la playa de Berria (Santoña) sobre las 01.20 horas de esta pasada noche. También se desalojó otro a las 02.30 horas en la zona de Latas-Somo (Ribamontán al Mar). Son las dos actuaciones más destacadas de las desarrolladas durante la noche por la Guardia Civil, que indica que en el resto de poblaciones de la región no ha habido incidencias reseñables.
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