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Mientras se acerca la fecha del derribo de la Residencia Cantabria -en septiembre- se van conociendo, poco a poco, más detalles de lo que ... será ese futuro Parque Científico de la Salud que el Gobierno del PP quiere levantar allí. La idea del Ejecutivo cántabro es constituir una Fundación que se encargue de la gobernanza y gestión del proyecto, cuyo funcionamiento estará liderado por un patronato formado por profesionales expertos en la gestión de este tipo de organizaciones. Después de eso, se seleccionará y nombrará un director, que será el encargado de poner en marcha las decisiones del Patronato y las gestión de los recursos y del día a día del centro.
De momento, el Gobierno ya ha empezado a trabajar en una fase inicial que servirá para definir ese «ecosistema sanitario» en el que se fusionarán el desarrollo de industrias biomédicas, biotecnológicas y de Inteligencia Artificial con la investigación, y siempre con la colaboración público-privada como andamiaje de la inversión. De hecho, el futuro Parque Científico de la Salud integrará las actuales facultades de Medicina y Enfermería, así como el Hospital Virtual y Valdecilla, con el edificio que sustituya a la Residencia, donde supuestamente se instalarán las empresas de investigación.
17,5 millones
costará derribar la Residencia Cantabria, un coste elevado a causa de la retirada del amianto y otros materiales tóxicos y peligrosos
El proyecto se encuentra ahora en una fase de consultas a «profesionales cualificados» para esbozar su diseño y contenido. Para ello, el Gobierno ha constituido un consejo asesor externo e independiente que ya ha mantenido entrevistas con referentes internacionales. Estas aportaciones de científicos y expertos permitirá, entre otras cosas, definir con exactitud qué tipos de centros se instalarán allí.
El consejero de Salud, César Pascual, espera tener terminado este documento antes de acabar el año, al mismo tiempo que ha abierto contactos empresariales para atraer inversión nacional y extranjera. «Se trata de aprovechar nuestro talento y gran potencial sanitario como motor de desarrollo regional, creando un ecosistema capaz de atraer a empresas en el ámbito de la pharma, la tecnología médica y la salud digital. Es decir, industria de la salud de alto valor añadido», explicó Buruaga.
Gestión Se elegirá un director entre profesionales expertos para que ejecute las decisiones del Patronato
Plan El proyecto se encuentra ahora en una fase de consultas para esbozar su diseño y contenido
Una de las opciones que ya han tratado en una reunión el Gobierno de Cantabria y el Estado es la de instalar un Centro Nacional de Inmunología en el futuro Parque Científico, una iniciativa que ya tendría el visto bueno de la Sociedad Española de Inmunología, que preside Marcos López Hoyos, jefe de servicio de la especialidad en el Hospital Valdecilla, director científico del Idival desde 2020 y coordinador del proyecto Cohorte Cantabria.
Las conversaciones con el Estado para la cesión definitiva de la parcela de la Residencia no llegaron a buen puerto. El Gobierno del PP se llegó a reunir con representantes del Ministerio de Trabajo, ya que la pasada legislatura existía un compromiso verbal de transferir ese suelo a Cantabria permanentemente, pero ese acuerdo no se ha mantenido. Desde Madrid sí se comprometen a mantener el tipo de cesión actual, es decir, siempre que se destine a un uso sanitario, como el proyecto del Parque de la Salud previsto.
Una vez ratificado el acuerdo, el Gobierno regional se decantó por el derribo de la Residencia, y no por la reforma, debido al mal estado en el que se encuentra. Será una demolición complejísima no solo por el volumen, sino también por los materiales tóxicos, como el amianto, que se utilizaron en 1969 en la construcción del edificio, a los que hay que añadir las sustancias peligrosas y radiactivas que se usaban para las radiografías, por ejemplo, y que todavía permanecen allí, entre los escombros.
De hecho, está previsto que la demolición dure dos años y tenga un coste de 17,5 millones de euros. Además de las trece plantas del edificio torre, que llega a los 50 metros de altura, también se derribarán los otros tres inmuebles anexos.
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Ana del Castillo
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