«Lo fundamental es que la Sede Asociada del Reina Sofía es un proyecto de Estado»

Borja-Villel, director del Reina Sofía desde hace 13 años, ahora inmerso en una ambiciosa reordenación de la Colección del museo -ya se han plasmado dos de las seis partes-, sostiene que lo importante desde este momento es afrontar un periodo de reuniones para ir definiendo la identidad de la sede asociada en Santander. «Lo esencial ahora es ir adecuando todo el proceso a las necesidades verdaderas del centro, que no son las de un museo tradicional». El director del Centro de Arte recuerda en su conversación con El Diario que durante los meses precedentes se mantuvieron distintas reuniones y contactos con el exministro José Manuel Rodríguez Uribes. «Lo fundamental es que la sede asociada es un proyecto de Estado. No hay dudas al respecto. Existe un consenso institucional aquí (en Madrid) y en Santander», destaca.

Borja-Villel resta importancia al cambio ministerial en la cartera de Cultura, convencido de que el proyecto está arropado y encauzado fuera de las connotaciones políticas.

Adjudicada la redacción del proyecto y la dirección de obra a la firma Voluar-CeroArquitectura, como adelantó este periódico, el calendario de ejecución previsto se mantiene: en el punto de mira está comenzar las obras en el primer semestre de 2022 y concluir la instalación a finales de 2023.

«La hoja de ruta es la que estaba establecida. Desde este momento habrá que ir definiendo la ejecución, la adecuación de espacios y necesidades, aspectos como los materiales, la sostenibilidad... y, para ello, habrá una permanente relación entre el equipo de arquitectos del Museo (el Reina) con el Archivo, el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria», explica.

Borja-Villel, que el próximo martes presentará el tercer 'episodio' de la Colección del Reina, 'Pensamiento Perdido: Autarquía y Exilio', un paso más en la reordenación global, cuya finalización está prevista para noviembre de este año a modo de nueva interpretación de sus fondos, no cree que vaya a existir una modificación en el presupuesto de la sede asociada, cifrada por el Ayuntamiento de Santander en algo más de diez millones de euros. «Lo prioritario es ir avanzando en esa arquitectura final del espacio donde la sede y el Archivo van a convivir como proyecto único», sostiene.