«El futuro de Ceuta y Melilla peligra»
LA CONVERSACIÓN ·
Con una nutrida carrera periodística, disfruta ahora de su último libro, un homenaje a su abuelo y a los héroes de la Batalla de AnnualSecciones
Servicios
Destacamos
LA CONVERSACIÓN ·
Con una nutrida carrera periodística, disfruta ahora de su último libro, un homenaje a su abuelo y a los héroes de la Batalla de AnnualAlfonso Basallo (Zaragoza, 1957) tenía claro desde pequeño que él quería dedicarse a «algo en lo que se requiriera escribir todos los días». En cuanto tuvo consciencia de lo que implicaba ser un periodista, vio su futuro. Combina esta profesión con la de escritor, así ... que se siente en el paraíso. De conversación fácil y amable, hace que sus interlocutores se sientan a gusto en seguida. Participó en la fundación de El Mundo y dirigió el semanario Época, al que dio un gran giro. Ahora es coordinador editorial de Nueva Revista y su último libro ('El prisionero de Annual', ed. Planeta) rinde homenaje a su abuelo y a sus compañeros en la Batalla Annual, en el norte de África. «Fue el Vietnam español», según las palabras del autor. Podría pasarse los días solo leyendo en cualquier rincón de Liérganes, Suances o la península de La Magdalena.
-Diez años de investigación antes de que su último libro, 'El prisionero de Annual', viera la luz. ¿Ha sufrido con lo que descubrió? Fue un hecho muy duro, con su abuelo implicado.
-Mi abuelo murió con 92 años. Para entonces, le había dado tiempo a contarme gran parte de la historia de lo que allí pasó. Lo que hice fue publicar lo que pude comprobar y documentar todo aquello, además de añadir los diarios inéditos de otros cautivos y declaraciones ante la justicia militar. Sí es cierto que él nos contó las grandes penalidades que pasaron de manera escueta, algo en lo que yo profundizo más. Mi abuelo formaba parte del grupo de los casi mil soldados del campamento de Dar Quebdani. Sus superiores, en lugar de luchar, acordaron con los rifeños una rendición pagada, a cambio de que se les respetara la vida. Algo que no sucedió. Él fue uno de los 50 supervivientes. Hubo actos de cobardía e indignidad, pero también gestas heroicas, como la de mi abuelo.
-Pocos soldados de hoy en día estarían preparados para las guerras como la que vivió su abuelo, con enfermedades que eran sentencia de muerte, fusilamientos sin juicios, cárceles que eran peor que el infierno.
-Nadie está preparado para ninguna guerra, ni antes ni ahora. En aquella época, solo se libraban de ir al Ejército los que podían pagar, por lo que la mayoría eran de origen humilde. Y, en concreto, los de la zona de Melilla (donde tuvo lugar este desastre) tenían muy poco adiestramiento frente a los rifeños. Además, los mandos superiores cometieron muchos errores.
-A pesar de todas estas penurias, por lo que se desprende de sus palabras, el lector se va a encontrar con una novela cargada de emoción y acción.
-Técnicamente no es una novela. Es un libro reportaje, escrito en primera persona, como si fuera mi abuelo quien lo contara. Hay penalidades, fugas, acción, malos tratos, pero también actos heroicos. Además de a los militares, los rifeños también hicieron prisionera a parte de la población civil, entre los que había diez niños. Los sargentos que estaban en el cautiverio (entre ellos mi abuelo) se organizaron para alimentarlos. Había un bebé de meses, que había quedado huérfano, al consiguieron sacar adelante. El niño Joselito. Estos sargentos también consiguieron proteger a muchas mujeres de los abusos de los moros. Está el caso de Carmencita, a quien salvaron de ser vendida en un zoco.
-¿Cómo vería ahora su abuelo la relación de España con Marruecos?
-Es difícil de saber. Poniéndome en su lugar, la vería como muy débil, como siempre ha sido. Marruecos es una dictadura que ejerce su presión para quedarse con Ceuta y Melilla. El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene una posición débil, cobarde y desastrosa. No estaría orgulloso de cómo se está actuando. España estuvo presente en Marruecos hasta 1956 e hizo una labor muy positiva.
-De todos los frentes abiertos entre ambos países (menores, Sahara, inmigrantes...) ¿cuál le preocupa más?
-En el fondo, el futuro de Ceuta y Melilla. Creo que realmente peligra. Tenemos a favor la historia, pero en contra la geografía. Y también que el reino de Mohamed VI es una dictadura y que cada vez hay menos españoles y más marroquíes. Lo veo muy negro, a largo plazo.
-Ha sabido adaptarse bien a los cambios o, más bien, usted ha sido parte de esos cambios, como cuando llegó a la revista Época. Intercaló los reportes de economía con los de actualidad o vinculados a la mujer. Ya lleva tiempo subido al carro de la era digital. ¿Cuál es su apuesta por el futuro del periodismo?
-Siempre hará falta. Una sociedad que quiere estar bien informada, para vivir en libertad, necesita del buen periodismo de investigación y que contraste las noticias. El problema está en la digitalización (no se quiere pagar por lo que se consume en internet) y en la desprofesionalización del periodismo. En este sentido, en España se está viviendo un momento complicado. En el mundo anglosajón, los muros digitales sí funciona. Aquí no hay cultura de leer un periódico digital y pagar por ello.
-¿El mundo necesita más héroes como su abuelo? Siria, Haití, Afganistán... Parece como si se nos estuviera desmoronando, pero pocos reaccionan en el cálido primer mundo.
-Sí. Tanto mi abuelo como otros héroes, eran gente normal, con miedo a la muerte, que tenían dudas, pero con un compromiso del cumplimiento del deber. En el equipo de sanitarios que montaron, estando cautivos, sin ser médicos, también cuidaron a los rifeños. Hicieron una gran labor humanitaria. La sociedad occidental está adormecida desde hace décadas. Insensible ante el dolor ajeno. Hasta la pandemia nos creímos inmunes al dolor y la muerte. Es necesaria más generosidad hacia los que sufren.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.