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Luis Palomeque/JuanjoSantamaría
El futuro incierto de un sector «asfixiado»

El futuro incierto de un sector «asfixiado»

Los testimonios. ·

Los trabajadores reflexionan sobre el porvenir del campo. Les gusta, lo aman y quieren dedicarse a ello. Sólo piden a los políticos que no les «perjudiquen» con sus decisiones y a la sociedad que les reconozca «el esfuerzo» realizado

Rafa Torre Poo

Santander

Viernes, 16 de febrero 2024

«No harían falta ayudas si la leche se pagase a su precio»

Luis Gómez Ganadero de leche

«No harían falta ayudas si la leche se pagase a su precio»

Luis es uno de esos ganaderos jóvenes que han apostado su futuro a lo que más les gusta: trabajar en el campo. A sus 20 años, ha conducido su tractor desde Pontones, en el municipio de Ribamontán al Monte, para mostrar su desesperanza con la profesión que ha elegido para ganarse la vida. «Tengo vacas de leche. De hecho, hace un año que me incorporé a trabajar», explica. Cuando se le pregunta por su porvenir, no duda: «Está muy complicado, la verdad. El precio de la leche ha ido bajando. Aunque ahora esté mejor, no es suficiente porque los costes también se han disparado», añade. También quiere contestar a quienes opinan que el sector primario está muy subvencionado. «Yo aún no he cobrado la ayuda por joven ganadero. Llevo un año esperando. Además, si la leche se pagase al precio que realmente nos cuesta producirla a los ganaderos, no haría falta que nos diesen ningún tipo de ayudas», afirma.

«He tenido que buscar trabajo fuera»

Azucena García Ganadera

«He tenido que buscar trabajo fuera»

Reconoce que tiene «muy pocas esperanzas», que lo más seguro es que acabe tirando la toalla y dedicándose a otra cosa. Azucena García reflexiona apoyada en el volante de su tractor. Ha conducido desde Argoños para unirse a la tractorada de Santander. «En casa somos dos autónomos los que formamos la sociedad. Yo, que llevo diez años, he tenido que buscar trabajo fuera porque para los dos no da», reconoce con pesar. «Estoy muy desanimada», afirma. El problema es que, como a otros muchos que desfilan por delante y por detrás de su tractor, «lo que realmente nos gusta es trabajar en el campo con los animales». Como sus compañeros, las quejas son parecidas. «Lo del papeleo y la burocracia es una pasada. Y lo digo yo que soy joven y me manejo bien con las nuevas tecnologías. Pero este es un sector con una medida de edad muy alta, y no todo el mundo se las apaña. Es lógico y deberían tenerlo en cuenta», afirma.

«La ciudad tiene que ver de dónde viene la comida»

Joaquín Cuero Tractorista

«La ciudad tiene que ver de dónde viene la comida»

Joaquín Cuero habla de manera pausada y su hijo, sentando a su lado en el tractor, escucha con atención. «Parece que nos repetimos, pero esta tractorada es por lo de siempre. Los precios están por los suelos, no se puede trabajar a pérdidas», explica. Él es tractorista y trabaja dando servicios a otros ganaderos y agricultores. «Los que nos dedicamos a esto, en parte, lo hacemos porque nos gusta, porque lo hemos mamado. Es una profesión muy vocacional», añade. El problema es eso no da para vivir. «Es que no aguantamos mucho más, llevamos así mucho tiempo y teníamos la necesidad de que se nos escuchase», recalca. Cree que la tractorada por las calles de Santander servirá para que la población también sea consciente de la situación en la que se encuentran. «Queremos que la capital vea de dónde vienen los alimentos que se comen a diario. No llegan a los supermercados por arte de magia», concluye.

«En diez años no saldrá comida del campo español»

José Luis Gómez Ganadero de leche

«En diez años no saldrá comida del campo español»

El ejemplo de José Luis Gómez es el de otros muchos ganaderos. En la fotografía posa con su hija, Erika, que cuando se le pregunta si le gustaría dedicarse a lo mismo que su padre gira la cabeza a un lado y otro para mostrar su negativa. «Está todo muy mal», afirma José Luis antes de entrar en detalle. «La leche ha bajado de precio 12 céntimos el litro en sólo un año, y eso no puede ser», añade. «La cosa es así: dentro de diez años, cuando los que aún estamos trabajando nos marchemos porque nos toque jubilarnos, la comida que llega al plato no saldrá del campo español», apostilla. Reconoce que dedicarse a sacar adelante una explotación láctea, como la que tienen en Soto Iruz, en el municipio de Corvera de Toranzo, no es tarea fácil: «Es muy sacrificado, aquí no hay vacaciones y prácticamente tampoco días libres. Es muy duro y muy poco reconocido. Te tiene que gustar demasiado».

«Sólo queremos poder vivir de esto»

Leire Portilla Ganadera

«Sólo queremos poder vivir de esto»

Asus 31 años, Leire Portilla es ganadera de segunda generación. Sus padres tuvieron vacas de leche y ella, ahora, las tiene para producción cárnica en Ajo, en el municipio de Bareyo. «Lo único que queremos todos los que hemos venido aquí a manifestarnos es poder vivir del campo», explica mientras conduce su tractor. «Sólo eso, nada más. Que nos dejen, que no nos lo compliquen más», apostilla. Ella es una ganadera joven, pero cuando habla siempre cita a las que vendrán después de ella. «Es que la cosa está muy complicada. No sé cómo será el futuro del sector primario para las futuras generaciones», subraya. Lo que tiene claro es qué debe cambiar para que los trabajadores del sector primario puedan regresar a sus fincas para atender a los animales. «Hacen falta precios justos, no trabajar a pérdidas, menos trabas burocráticas, la ley del bienestar animal, hacer menos enrevesada la PAC...», relata.

«Venimos aquí para que vean que también existimos»

Álex Sañudo Ganadero de Leche

«Venimos aquí para que vean que también existimos»

Tiene 26 años, pero lleva cuatro trabajando con su madre en la explotación láctea que ambos regentan en Torrelavega. «El panorama no es muy esperanzador. El futuro lo veo negro y el presente también», explica Álex Sañudo. «Lo que necesitamos es recibir más apoyo de los políticos y del Gobierno», añade. Como casi todos, se queja de la burocracia. «Los precios cada vez son más bajos y los costes son cada vez más elevados. Todo ha subido muchísimo, pero el problema es que el producto es nuestro, de los agricultores y los ganaderos, y los precios nos los acaban poniendo las fábricas», continúa. También quiere explicar el motivo de la tractorada que colapso durante horas las principales arterias de Santander. «Venimos aquí, a la ciudad, para que todos vean que también existimos, para que se acuerden de nosotros y apoyen unas reivindicaciones que también a ellos les benefician», remata.

«Nunca lo vi tan mal como ahora, por eso estoy aquí»

Mireia López Ganadera de leche y carne

«Nunca lo vi tan mal como ahora, por eso estoy aquí»

Para llegar a la tractorada, Mireia López ha tenido que conducir su tractor 60 kilómetros desde Luena, donde vive, hasta Santander. Cuando termine, hará otros 60 kilómetros de vuelta para seguir atendiendo la explotación. Tiene vacas de leche, de carne y también caballos. Cuando le pregunta el motivo de sus quejas, no duda: «Nunca lo he visto tan mal como ahora, por eso estoy aquí», afirma. «Es que parece que lo hacen adrede, parece que les gusta hacernos la vida imposible», continúa. No revela quién, pero deja entrever que la responsabilidad es de los políticos. «El lobo nos ataca a nosotros y a nuestros animales, pero mientras tanto ellos están en sus sillones, en sus despachos haciendo leyes que no nos benefician», continúa. También se queja de la excesiva burocracia. «Lo del libro digital es una carga excesiva, nosotros tenemos que estar a trabajar, a atender a los animales. El futuro pinta muy mal», concluye.

«Llevo poco más de un mes y ya lo veo muy mal»

Alonso Sáiz Tractorista

«Llevo poco más de un mes y ya lo veo muy mal»

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